Del pluralismo al tribalismo.
-Así ye imposible dialogar.
-¿Por?
-Tas mezclandome lo de Ayuso colo d’Ucrania, lo de la banca colos plumeros de la pampa…
-Ye too culpa vuestra.
-¿De quién, ho?
-De los vuestros.
-¿Los nuestros?
-Sí. Tenéis mucho que callar.
-¿Quién?
-Ya quisieren los vuestros tener la dignidá que tenemos nosotros.
-¿Pero, vamos a ver, tú qué opines de…?
-¿Ves? Vosotros siempre igual.
-Pues anda que vosotros… ¡Tais buenos pa falar!
-De eso se trata, ¿non?
-¿De qué, ho?
-De charrar, discutir, intercambiar opinión…
-Sí, ho. Ahora, mira, ¡toos a la mierda!
-¿Toos? ¿Quién? ¿Toos vosotros o nosotros tamién?
-Home, tú antes yeres de los nuestros, ¿non?
-Na. Así ye imposible discutir, argumentar…
-¿Por?
-Tú opines lo que digan ellos. Y puntu.
-Porque soy leal, coño, porque me fío, con ellos sé qué hai de lo mío.
-¿Entós date igual lo que piense yo?
-Bah.
-¿Non quiés escuchar la mi opinión?
-¿Pa qué? ¿Pa oite decir les pijaes que dicen los otros?
-¿Qué otros?
-¡Menuda tribu! ¡Tais guapos!
-Pos anda que vosotros…
-¡Da pena oiros!
-¿Qué ye, nun podemos charrar como seres civilizaos?
-¿Pa qué, pa disgustame y poneme de malos coyones?
-¿Por? ¿Porque nun pienso igual que tú?
-Mira, por culpa vuestra, van acabar ganando ellos.
-¿Quién?
-Los otros, que ya nun son de los nuestros.
-¿De quién? ¿De los tuyos o de los míos?
-Home, si una parte d’ellos nun s’hubiera separao de nosotros, munchos seríen de los tuyos.
-¿Los míos?
-Sí. Pero, claro, como los tuyos sienten lo que sienten polos míos…
-¿Qué, ho?
-…Nosotros ni los respetamos a ellos, ni creemos en vosotros, ni confiamos nuna parte de los nuestros.
-¡Mecagonla…!
-¿Ves? ¿Ves lo que tién ponese a dialogar?
-Así nos va.