¿Y de los nuevos propósitos cómo vas?
-¿Qué tal pol gimnasio, Tino?
-¡Puf, agotau!
-¿Sudaste mucho?
-¡Mogollón!
-¿Qué ficiste?
-Na. Solo fui a pedir información.
-Pero…
-¡Vaya sofocón, chaval! Hai máquines ahí pa flipar. Solo de pensalo…
-¿Qué?
-Rompí a sudar.
-No me digas.
-A los diez minutos ya noté cómo empezaba a levantar y desarrollar…
-¿Los glúteos?
-¡La mala hostia, Severino! Esi puntu hablóme de músculos desconocíos.
-Meca. ¿En serio?
-¿Cómo se llama unu que tenemos aquí?
-Trapecio.
-Y yo a ti. Y al tu hermanu igual. ¡Apreciovos a los dos! ¡Toma algo ho!
-¿Topaste la máquina pa impresionar a una rapacina de treinta años?
-Sí. ¡El cajero automático!
-¡Oye ho…!
-¡Pero teniénlu fuera, jajaja!
-¡Yes un casu, Tino! ¡Tas medio majarón!
-¿Yo? ¿Y los demás qué? ¡En enero volvémonos llocos toos!
-¿Por?
-¡Con el rollu esi de los nuevos propósitos!
-Ya, tienes razón. Tanta filosofía…
-Yo, Severo, sigo en el taoísmo: ¡Pa esti añu prometí adelgazar y pal que vien lo mismo!
-Kilos nun tienes muchos,Tino, pero mal repartíos.
-Tengo que perder pesu, Severo, pero odio perder. ¿Sabes cómo ye?
-Dijiste que dibas facer deporte y ponete a dieta.
-Ya, pero too a la vez nun se pue.
-¿Por?
-Hai que topar un equilibrio. ¿Sabes cómo ye?
-No.
-La cabeza pídeme gimnasio pero el estómago quier cachopo.
-¡Ah! Pues tien que ser jodío…
-¡Claro! ¡El gym y el ñam!
-¿No era el yin y el yang?
-No. Yo sigo el Tao de Tineo.
-¿Cómo ye ho?
-Voi al gym a preguntar y como chosco pa merendar.
-¿Pero qué ganes peguntando? ¿De qué te val pedir información?
-¿No te digo que rompí a sudar? Solo de pensalo, fatígome mogollón.
-¿Y no te vas a apuntar?
-A ver. Si fuera on line no te digo yo que no…
-Pero Tinín…
-¡Coime, bastante esfuerzu fago yendo hasta la puerta! Voi allí, miro los panfletos, pido horarios, pongo voluntá… Luego ya…
-Yes un casu.
-Oye, tovía me queden unos meses pa entrar en el trajebañu.
-Y mientras tanto el Tao de Tineo, ¿no?
-¡Ahí ta, Severo, ahí ta! ¡El gym y el ñam! El equilibrio que hai que topar.