
Rebaja de previsiones.
-Yo nun ye que vaya con cronómetro, Araceli, pero bah.
-¿Qué?
-¿Sabes cómo ye cuando acabes antes d’empezar?
-¿En serio?
-Tres minutos.
-¿Que qué, ho?
-Tres minutos, Araceli. Tres minutos.
-¿Y alcanzaste…?
-¿El bus? Sí, ho. Sobrome tiempu.
-…El clímax, me refiero.
-Ah. No, no creo, apeeme nel Cerillero.
-¿Pero tres minutos en total,ho? ¿Y los preliminares?
-No quitó ni los calcetos.
-¿Tendría algo disfuncional?
-Qué sé yo, fía. Quedé plof.
-Un ligue ye como la nieve. Nun sabes si te cubre ni cuantos centímetros, ni…
-¡Qué ordinariez, por favor!
-Chica, yo dígote lo que hai. ¡El mercao ta fatal!
-¿Tenemos el sexo que nos merecemos, Araceli?
-¿Y los políticos?
-¡Que se busquen la vida, no te jode! ¡Yo hablo de ti y de mí, de nosotres!
-Que si tenemos los políticos que nos merecemos, digo.
-¡Ah! ¿Pero eso a qué vien?
-…Y el trabajo que nos merecemos y la vida que nos merecemos y…
-¿¿¿Ónde quies dir a parar???
-¡Que ta la cosa mui mal, Yesica, mui mal! Y tan empeorando les previsiones.
-¿Cómo ye, ho?
-Despídete de largos encuentros amorosos.
-¿Por?
-¡Hai una desaceleración tremenda!
-¿Qué me dices, Araceli?
-Sí, fía, yo va tiempu que nun veo perspectivas de crecimientu.
-¡Ay fía…!
-Algo más de ocho minutos ye una anomalía estadística. ¡Cuidao!
-Ya, pero tres minutinos…
-Hasta el PIB pierde impulso, ta too mui raro, convulso.
-Tú sí que tas rara. No yes la misma desde que quitaron “Pasapalabra”.
-¡Sí, fía, el únicu “rosco” que me comía!
-¡Ay, con lo que tu fuiste, Araceli…!
-Pa tres minutos ya nun salgo ni de casa. Cola-cao, satisfayer, y pa la cama.
-Claro, boba. Viendo el panorama…
-Y encima, hai que rebajar las expectativas.
-Sí. Los rollos, como la economía, van crecer mui por bajo de lo previsto.
-¡Y da igual que salgamos por Gijón que por Oviedo!
-Ay, sí. Ni siquiera coquetean con nosotres, ahora que lo pienso…
-Claro, boba, coquetean con el descenso.