El 85% de los trabajadores aseguran que tendrían un encuentro erótico con un colega
-¿Un pitu?
-Sí.
-¿Si tengo un pitu?
-¿Oíste?
-Mira, Marcelino, nun toy preparau pa tar jugando.
-¿Jugar? ¿Con qué ho?
-Con la tensión del deseo.
-¿El qué?
-Esta atracción sin lazos…
-¿Pero qué dices ho?
-Somos seres sexuados, Marcelino.
-No te oigo, Lito.
-Tás hechu buen zamarro…
-¿Qué dices?, ¡Habla más alto!
-Nun quiés romper el hechizu y vas y pídesme un pitu.
-¿Tienes?
-¿Pa qué?, ¿pa prender la llama de la fantasía?
-Que si tienes… ¡un pitu!
-Sigue, bribón, taládrame el corazón.
-¿Qué dices ho?
-Ahora entiendo lo del Plan E.
-¿El qué?
-El tema no ye levantar aceres, ¡ye levantar sentimientos!
-¡Nun me pueo parar, que hago palanca con la pica!
-Y a mí, Marcelino.
-¿Qué?
-A mí también me pica, ¿no sientes el fogonazu químicu?
-¿El qué ho? ¡Tengo que dir más deprisa!
-Ye igual. Luego, en casa, párote yo.
-¡¿Tienes un pitu o no?!
-Sí, con la moviola.
-¿La qué ho?
-Véote ahí, en cámara lenta, moviendo esi bigotucu…
-¿Qué dices?
-…Repaso los pequeños gestos, les tímides sonrises…
-¡Oye! ¿Tú qué quiés, tocáme los cojones?
-Sí. No. Bueno… No sé, háblote de ensoñaciones…
-¿De qué ho?
-Pa mí yes tan balsámicu, Marcelino…
-Si no tienes, pide-y un pitu al encargau.
-…Como un linimento, un caramelín de…
-¿Oiste?
-¡Pitolín!
-No te oigo, Lito.
-¿Pueo llamate Pitolín?
-Que sí, que paramos pal cafetín. Pero yo sin un pitu…
-Vale ya, Marcelino. ¿Quiés parar con tanta insinuación?
-Anda, hazlo por mí, ¡un pitín!
-¡Ay, zamarro! Porque me contengo, que si no…