La nueva ley antitabaco dispara los malos humos de muchos hosteleros
-Ye mi casa, tío.
-Que no, Jose, que ye un lugar públicu.
-¿Qué pon ahí ho?
-“Casa Jose”.
-¿Y quién paga los impuestos?, ¿quién ye el dueñu?
-Ya, pero yo no fumo y no tengo por qué…
-¡Pues no entres, Duardo! ¿Oblígote yo a ti a entrar aquí ho?
-No ye así, Josín. ¿Y los guajes?
-¿Qué guajes?
-Los críos nun tienen porqué tar aquí tragando humo…
-¡Coño, que no los traigan!
-Vaya ho.
-Que los lleven a otra sidrería onde té prohibido fumar.
-¿Y los tus empleaos qué? ¿Tú sabes el riesgo que corren?
-Sí ho. Y ellos también. Aquí fumamos tos, desde la cocinera hasta…
-Qué cabezón yes, chico.
-Libertad de opción, tío. Ye lo único que pido.
-¿Pero vas negame que el tabaco ye perjudicial pa la salud?
-No. Y el alcohol, les antenes de telefonía, los tubos de escape, la incineradora…
-Bah, si empezamos con demagogia…
-¿Qué demagogia ni qué mi madre? Que cierren los estancos, que quiten les máquines, que el Gobierno deje de recaudar…
-Tás encendiu, Josín. Contigo nun se pue razonar.
-¿Pero tú sabes la pasta que me hicieron meter en esti local?
-Ya, pero…
-¿Y ahora qué, ho?, ¿tiro otra vez los tabiques?, ¿me fumo el extractor?
-Relájate ho. Esta ley va ser buena pa tos.
-Si yo dejo fumar aquí y la gente quier venir a fumar, ¿cuál ye el problema?
-Pon un club de fumadores, ¿oíste?
-¿Un qué ho?
-“Los apestaos. Hay oricios”, verás como se te llena.
-Tú descojónate. ¿Crees que los del Club Bilderberg esi nun tarían fumando habanos en Sitges? ¿Y que nun seguirán echando bocanaes los que tan en el poder?
-Ye por el nuestru bien. Oye, a mí quitáronme la priva y el tabaco y…
-¿El médicu?
-No, ¡en la aduana! Y agradecilo, ¿oíste? En Europa no se fuma, hay nivel.
-Selo yo, nun me pierdo Eurovisión.
-¡A fumar a la calle! Verás qué ambientazu en la cera…
-Eso. Y los vecinos, ¡tapones pa los oídos!
-Tienes que relajáte, Josín. Hipnoterapia, tío.
-¿Qué ho?
-Ni pastilles, ni parches, ni… Cierra los ojos.
-¿Pa qué?
-Voy llevate a un nivel profundu de sueñu.
-¿Cómo ye ho?
-¡Muerte al tabaquismo! Tienes que dejar la priva y el tabaco, tío.
-¿Y así viviré más?
-No sé. Pero… Verás como se te faen los días más largos.