-¿Qué, Ramón? ¿Firmes o no?
-¿Pa qué ye ho?
-Pa dejalos sin sueldu.
-¿Eh?
-¿Otra semana sin gobierno? ¡Mil euros menos! Y así…
-Pero…
-¡Verás qué pronto se ponen d’acuerdu!
-Coime, Severo…
-¡Ye la única manera, Ramonín! ¿Qué quies que te diga? ¡Yo veolo así!
-Home…
-Tu y yo si no rendimos nel trabayu… A que nos echan, ¿eh? Y estos…
-¿Qué?
-Nun trabayen y cobren igual.
-Algo harán ho.
-¡Gastar perres! Aviones, taxis, trenes… Y dietes, venga dietes.
-Bueno, bueno…
-La mi muyer ta en paro y nun tien nómina a fin de mes.
-¿Y?
-¡Coime, ellos nun quieren formar gobierno y siguen cobrando! ¿Cómo ye?
-Les coses nun son tan sencilles. Oye, van poco a poco, despacín…
-¡Ta too más parao que los güeyos de Espinete!
-Oye, los belgas tuvieron sin gobierno una carrá de tiempu y nun y-os fue mal.
-Ah. O sea, que a ti paezte bien volver a votar.
-Los políticos y los pañales hai que cambialos a menudo.
-¿Por?
-¡Por la misma razón! ¿Pillástelo o no?
-Tan cagándola, sí. Y nosotros aplatanaos miran pa ellos, Monín. ¡Firma ehí!
-Alguna culpa tendremos…
-¿Nosotros? ¿Por?
-Mira el matu que hai…
-¿Y ye culpa nuestra ho?
-Decimos que son malos pero luego vamos a votalos. Y ellos a bloquease mutuamente.
-Sin nómina, sin sobres, sin dietes, sin comisiones, sin Iphones…
-Coño, si y-quites eso un políticu queda en na.
-Que repartan la nómina entre los necesitaos.
-Nun me fagas demagogia, Severino.
-Dígotelo como lo siento.
-Yes un caliente, Severo.
-Con las perras tuyas y las mías tamos apadrinando a sus señorías.
-¡Calla ho!
-¿No gobierno? No money. Lo que Severo te diga.
-Bueno, tampoco será tanto…
-Diz que casi nueve millones de euros en cada investidura fallida.
-¿En serio?
-Diolo la radio. Toi que me lleva Dios.
-Cuanto primero gobiernen primero recorten, ¿sabes cómo te digo?
-Esi ye otru tema. Pero de momento…
-¿Qué?
-¡Eso! ¡Que nun cobren hasta que nun lleguen a un acuerdu!
-Probes. Tan en ello.
-Tienen más cuentu que los Hermanos Grimm. Lo que yo te diga, Ramonín.
-Pero…
-¡Ni un chapu! ¿Oíste? ¡Ni un chapu! Firma ehí.