Turismo de juerga.
-Menudo finde, guapina.
-¡Ay, calla! ¡Qué vengüenza!
-¿Por qué fuiste?
-Ye mi mejor amiga, tía, era su gran día.
-Ya…
-Si no voi, muérese.
-Pero…
-Que si te importo mui poco, que si nunca te implicas…
-Odias las despedidas, Isa. ¡Lo pasas fatal!
-Ya, boba, pero la presión social…
-¿Eh?
-Si vieras el grupo de Whatsapp. Una chifladura, yo no conocía ni a la mitá. Con el cuentu de que ellos faen lo mismo.
-¿Ellos?
-El noviu, Vane. ¡Las despedidas de paisanos! Con una stripper, ya sabes.
-¿¿Y qué?? ¿¿Vamos ponenos nosotras a su nivel, ho??
-No sé, fía, yo dejeme llevar.
-Ya lo veo, ya. Pero qué necesidá…
-Eso y-dije yo a Merce: ¿Por qué una semana antes de casate tienes que bordear el coma etílico y poner tu vida en peligro practicando deportes de aventura?
-Meca. ¿Ficistéis rafting y puenting?
-Sí, fía como si el Sporting no fuera suficiente riesgo.
-¿Y la cena tuvo bien?
-Ni me acuerdo. ¡Ya tábamos pedo!
-¿De nada?
-Tenía too forma de pene, eso sí: el pan, la tarta, el…
-¡Madre mía! ¿Y gastaste mucho?
-Claro. Entre hospedaje, comidas, desplazamiento…
-Y disfraz.
-¡Ay calla! No me lo recuerdes.
-Hija, tampoco te queda tan mal.
-Si me dicen que voi pasear vestida de ratona con un falo de goma en la frente…
-Menos mal que en Logroño no te conoz nadie.
-Ya. ¡Pero el puto feisbu…!
-Oye, mira, tenéis mogollón de likes.
-Se nos fue de las manos, tía.
-¡Un día ye un día!
-Que somos universitarías, jobar, qué vergüenza de coreografía.
-No tenéis na que envidiar a los MIR de urología.
-Uf. Menos mal que mis padres no tienen feisbu.
-Pues ya lo vieron, eh. Llamóme tu má.
-¿En serio? ¿Y qué dijo?
-Que menuda moda. 300.000 despedidas al añu, ¡menudo negociu!
-Ya. Más de 300 millones de euros.
-Menudo finde, guapina. ¡Que sea pa bien lo de tu amiga!