¡Viva los lunes!
-¿Qué tal, Paula?
-Genial.
-¿Sí?
-Sí ho. Lista pa tirame mil horas frente a esta puta pantalla…
-Mujer…
-…Con la espalda deshecha y los brazos y les piernes en tensión…
-Vaya.
-…Y con unas cuantas enfermedades incubadas entre estes cuatro paredes.
-¿Por?
-Na, pijaes. Mobiliario inadecuao, mala iluminación, exceso de frío y calor…
-¿Eh?
-…Respirando esta mierda de aire acondicionao…
-Mujer…
-…En esti edificio enfermu…
-Pero Paula… -…Y embriagándome con esti olor.
-¿Olor?
-Sí, ¿no lo nota? ¡Aquí huele a ansiedad!
-¿Por?
-Desorganización, órdenes contradictorias…
-¿Eh?
-…Objetivos inalcanzables, abuso de poder.
-Oiga…
-Por no hablar de acosos y marginaciones.
-¿Qué?
-Na, que me encanta sentime humillada.
-¿Usted?
-Sí. Por cuatro incompetentes incapaces de reconocer mis méritos…
-¿Sus qué?
-…Y que me quieren aislar.
-Pero Paula yo…
-Tranqui, siga machacándome como hacen con usted.
-Mujer…
-Toi resignada a vivir con los nervios de punta…
-Pero oiga…
-…Y la autoestima por los suelos.
-Paula, ¿usted está…?
-¡Encantada con mis setecientos euros!
-Pero…
-Viendo como va la cosa ahí fuera…
-Ya, claro…
-Aunque aquí no sé lo que duraremos.
-Mujer…
-Pero mientras, a disfrutar.
-¿Seguro?
-Claro. Estrés, irritabilidad, desequilibrio emocional…
-¿Pero seguro que está genial?
-Claro, coño, ¿no me ve?
-No sé, no sé…
-No obstante, si acaso…
-¿Sí?
-Los lunes por la mañana no me pregunte qué tal.