-¿Qué, cómo van?
-Ná, tan dominando elles.
-Lo de siempre.
-Él inténtalo pero… ná.
-¡Tien que tar más encima, coño!
-Ya, pero no lu dejen.
-Bah.
-Tán cerraes atrás.
-¿Tarán haciendo-y la cama?
-Qué va. Pa mí que sólo lu quieren como amigu…
-¡Espera, espera! ¡Ahí va, ahí….!
-¿Qué, va al ataque?
-No, al estanque.
-Bah. Así no hacemos ná.
-¡Huyyyy!
-¿Qué?
-Pasó-y rozando una pezuña.
-Cagonros… Tien que ser más agresivu.
-Qué quies? Ta jugando fuera casa.
-¡Que empalme de una vez!
-Ye mucha presión…
-¡Menudu ejemplar! Van a acabar echándolu…
-¿Hasta cuándo tien contratu?
-Hasta junio. Luego acábase el celo y…
-¡Huyyyyyy!
-¿Qué pasó?
-Quería penetrar pero…
-¿Qué?
-Resbaló.
-Bah, esti Furacu ye más de campo secu.
-¡Tien que encarar y tocar!
-Así no mete ni pa dios.
-Dígotelo yo.
-No ye el puestu de él, ¿oíste?
-En Cabárceno movíase más.
-¡Que cubra a Tola y se deje de pijaes!
-¿Y Paca?
-No pué jugar con les dos en medio el prau.
-Como no desfaiga esi doble pivote…
-¡Calla, calla! ¡Huyyyyyyy!
-¿Qué?
-¡Tan mareándolu! ¡Vaya bañu!
-¿Volvió al estanque?
-No, pero nun garra la posición.
-¡Vamos, Furaquín, que podemoooos!
-Tien que chupar más, ¿oíste?
-¡Uf, como no quieran elles…!