Los eurodiputados y sus posaderas.
-¿Pero por qué vamos nosotros a dejar de viajar en Bussines?
-Hombre…
-¿No os dais cuenta de que es el chocolate del loro?
-Igual cualquier día se nos muere de diabetes, eh.
-¡Chorradas! ¿Te imaginas a Botin viajando en turista?
-No sé.
-¿O a algunos de sus directivos? ¿A que no? Pues gestionan menos dinero.
-Ya, pero…
-¿Qué queréis, que nos dediquemos a la política los más cualificados y que encima nos cueste dinero?
-Hombre, a ver…
-¡Esto es muy duro, compañero! ¡Muy duro!
-No, si yo no te digo que…
-¿Sabes la cantidad de vuelos que me obligan a hacer al año?
-Ya…
-Requiere unas condiciones físicas que sean adecuadas al esfuerzo.
-¿Y yo que me deslomé toda la vida currando de camarero?
-Ya empezamos…
-Y ahora, en la puta calle.
-¡Pues haber estudiao!
-Pero si tengo tres carreras.
-Ah.
-Pero con esta crisis no hay manera.
-Ya. Por eso nosotros abogamos por la austeridad. Hacemos lo que podemos.
-¿El qué?
-Coño, votamos leyes para que todo Dios se apriete el cinturón.
-Sí. Y mientras la tropa andamos arrastrándonos en clase turista y en trenes, buses y metros en hora punta…
-¡Eh, no empecemos con demagogia! ¡No soporto la demagogia!
-Pero hombre…
-¿Tú crees que yo defiendo un asiento más ancho o unos cacahuetes?
-¿Qué?
-Operatividad. No hay más: cambio de horarios…
-En clase turista también se pueden hacer.
-¡Pero en Bussines Llegamos frescos a plenos y comisiones!
-Sí, sí. ¡Frescos de cojones!
-Oye, a mí háblame con respeto que no te veía desde los años del colegio.
-Tienes razón. Eras de los más tontos de clase y ahora, mira, eurodiputado.
-Un don, compañero. Siempre tuve un don.
-Sí, ya te imagino fichando los viernes para cobrar dietas y salir volando…
-Qué poco sabéis…
-Sólo… que la crisis la estamos pagando nosotros.
-Todos, eh. Todos. Mira, los políticos…
-Sois uno de los mayores problemas de los españoles.
-Por favor…
-Mírate el CIS.
-No metáis a todos en el mismo saco, ¿vale?
-Ya, claro. Bueno, voy, que tengo que embarcar. Una cosa.
-Dime.
-Si tanto defiendes el Business, ¿por qué os hicieron rectificar?
-De cara a la galería, ya sabes. Bueno, un placer reencontrarnos.
-Igualmente.
-¡Oye, Ven a verme a algún mitin! Te juro que no te haré enfadar.
-¿Por qué estás tan seguro?
-La política…Ya sabes cómo va.
-¿Eh?
-Te diré lo que quieres escuchar.