Un príncipe para Carmina
-Ay, Ana, que me salió rana.
-Se veía venir.
-¿Por?
-Con esi cabezón y esos ojos saltones…
-¡Mira, Ana, no me toques los cojo…!
-¿Yo? ¡Espabila, Carmina, espabilaaaaa!
-¿Pero qué quies que haga, fía?
-Nun pues andar así por la vida, Carmina.
-¿Cómo?
-Buscando un príncipe azul que te salve de todo peligro y te lleve a su castillo.
-¡Oye, él salvar salvome! ¡Si nun ye por él casi m’afuego!
-Teatrera yes, fía.
-Arrastrome la corriente, Anina.
-¡Lo que inventen algunes pa ligar!
-Con lo guapu que taba sacándome en brazos del agua…
-No sé cómo juegues con eses coses, Carmina.
-Ay, Anina, ye algo tan especial…
-Chiflá perdía, ¿oíste?
-El que me quiera conquistar, que traiga aletas de bucear.
-Nun sabes qué facer pa forzar el boca a boca.
-Zi me daz un bezu zeré el príncipe de tuz zueños.
-¿Eso te dijo? ¿Encima, gangosu?
-No, muyer, ye que tenía en la boca el tubu de respirar.
-Ah.
-¡Cómo mola que te salven, Ana!
-Sí ho. Pa que luego te salgan rana.
-Ay fía, qué decepción. Prometiome una cena romántica.
-¿Y qué?
-Comimos pizza en caja de cartón.
-Rana, rana.
-Con esos ojos saltones y esi bañador verde viscosu…
-Fuera del agua pierde mucho, fía.
-Por lo menos hablaría mejor.
-¡Ay calla! Pa les pijaes que tien una que escuchar…
-Ya. ¡Muchos ganan con el tubu de respirar!
-Sólo quería un hombro, Anina.
-Un hombre, querrás decir, Carmina.
-No, coño, ¡un hombro en el que apoyame!
-¿Ves? ¡La culpa tienesla tú!
-¿Por?
-Tas esperando que venga un príncipe a hacete feliz. Y nun ye así.
-Zi me daz un bezu zeré el príncipe de tuz zueños. Quedóme grabao.
-Nun tienes chapeta, Carmina.
-¿Por qué ho?
-Ye una irresponsabilidad.
-¿El qué?
-Cargar a alguien con el cien por cien de tu felicidad.
-¡Ay madre, Ana!
-En Bañugues nun hai príncipes, ¡desengáñate!
-Diraslo tú.
-Tas aventá, Carmina. Sólo se te ocurre a ti metete en el agua pa ligar.
-¡Ay, fía! El que me quiera conquistar, que traiga aletas de bucear.