El gigante de las búsquedas nos roba el corazón
-¿Pero qué tien él que nun tenga yo?
-¡Ta mejor posicionau…!
-Sí ho. En el paro, ¡como yo!
-…En Google.
-¿Qué qué ho?
-Tú no tienes rastro, Cosme. Ni identidá.
-¿Qué dices?
-¡Ni yes paisano ni yes ná!
-¿Pero qué ye lo que te pasa, Ceci?
-Cansé de buscate.
-¡Coime, aquí me tienes!
-¡En Google, cojona! “No se encontró ningún resultado”.
-¿Qué?
-Yes el hombre invisible, hai que se joder.
-Cecilia, yo…
-¡Aparta! ¡Dasme miedo!
-Pero Ceci, cagonla…
-¡Quita, monstruo! ¿Quién yes en realidá?
-Cagonmimáquina, si conócesme desde EGB.
-¿Qué tien que ver? ¡Si tuvieras vida, taría en la red!
-A ver si me entiendes…
-¡Aparta, fantasma! Paecías buen chaval y yes… ¡un ectoplasma!
-¿Que soi qué?
-¡Búscalo en Google, joder! ¿Qué ye, que nunca vas al buscador?
-¿Pa qué? ¿Pa acomplejame más?
-¿Por?
-Soi tan feu que cuando puse la palabra sexo desapareció el botón de “Voy a tener suerte”.
-Qué raro, porque Google…
-¡Ye igual que les muyeres! ¡Nun te deja terminar una frase!
-¿Cómo ye ho?
-Pones una palabra y ya empieza a sacar conclusiones y sugerencias…
-¿Qué dices?
-Escribes cómo, y dizte: cómo llegar, cómo adelgazar, como tú no hay dos…
-Ya, pero…
-¡Home, por favor! ¿Qué quieren saber más que yo? ¡Anda y que y-os den pol…!
-¡Van date a ti, guapín!
-¿A mi?
-Sí, sí, ¡por no existir!
-Y dale. ¿Pero qué ye, que no me ves?
-¿Quién yes, Cosme?, ¡¿quién yes?!
-Pregunta-y a mi madre, Ceci.
-Sí ho. ¡Va saber ella más que Google…!
-Flipo contigo, Cecilia. ¿Qué tás pensando?
-Míralo en feisbu, acabo de escribilo.
-Flipo contigo.
-Pues anda que yo… ¡Nun tás en ningún lau, Cosmín!
-¿Miraste la guía telefónica?
-¡Nun tienes imagen on line!
-¿Qué qué ho?
-¡Nun tienes perfil…!
-¡Porque voi de frente! No como esi oveya que ta esperándote en la puerta.
-¡Ay, ya quisieras tú, guapín! ¡Él sal en Wikipedia!
-Por mí como si se…
-¡Existe, Cosme! ¡Él existe, y ye como Google!
-¿Por?
-¡Tien todo todo todo lo que busco!
-¿Ah sí? ¡Pues hala, venga, a rascala!
-Adiós, mi fantasma.
-Menos cojoneo, eh guapa. Y yo que pensé que eras transparente…
-Peor ye lo mío, guapín. Enterame ahora, después de vieyos, de que yes invisible.