Y pasó la semana del fin del mundo
-¡Esto ye una locura, Mariamor!
-¿Por?
-La mi muyer, el tu marido, los vecinos… ¡Cómo se enteren…!
-¿Qué más da?
-Coime, ¿Y si no se acaba?
-¿El qué ho?
-¡El mundo! ¿Y si no se acaba, Mariamor?
-¡Once del once del dos mil once! ¡La fecha fatídica, Virgilio!
-¿Pero qué ye, por el calendario gregoriano o por el juliano?
-¿Quiés dejar de charrar y meteme mano?
-¿Tanto te presta que te toque?
-Prestaríame más el cupón pero acabase el mundo y nunca me tocó…
-¿Pero tas segura que…?
-¡Que si, cojona, diolo la radio! Ay, Virgilio, hazme tuya ho.
-No ye por na, pero entendístelo mal. ¡Lo que se acaba ye Europa!
-¿Qué ho?
-Ta la economía en puntu muertu, acábase el euro y…
-¿Cómo ye lo tuyo? ¿Qué pienses, que soi tonta?
-No, no. Tú yes lista.
-Más que lista, Virgilio, ¡cabalista!
-¿Eh?
-Tan abriéndose los portales estelares, ¿oíste?
-¿Aquí, en el barrio?
-No, oveya, en el planeta tierra.
-Ah.
-¡Esta ye una fecha pa conectanos!
-Bueno… Pero hai maneres y maneres… ¡Que yo soi mui decente!
-¡Uy, torres más altes cayeron, y también en día once!
-Jobar… Tás aventá.
-Venga, pibón.
-Uy… Dasme miedo, Mariamor.
-Tantes noches soñando con esti encuentro en el ascensor…
-¿Quiés creer que no me revuelvo?
-¡Déjate llevar, Virgi! Hazme tuya, ho.
-Ye que yo… Metiéndome tanta presión…
-¡Acabase el mundo, Virgilio, que y-den pol culo a la derrama!
-¿La qué ho?
-Dos mil euros cada unu p’arreglar la fachada.
-Meca, no me comentó na la muyer.
-¿Ves? No hai enfotu.
-Y la inundación del tercero, ¿Notásteis humedad?
-¡Ay, calla, que la toi notando ya!
-¡No emburries ho!
-Ay, Virgi, cómo me pones. ¿Notesla?
-¿El qué ho?
-La resonancia cósmica.
-Meca. Yo… pensé que eras tú clavándome el bolsu.
-Ay, Virgilio… Mmmmm… Esa colonia del Carrefour…
-¡Para ho! ¿Y esos trombios?
-Les altes vibraciones de la Galaxia.
-Los cojones. Con el meneo diste a la alarma.
-¿Qué más da?
-¿No oyes ho? ¡Tan dando golpes ahí fuera! ¡La voz de la mi muyer!
-¿Y qué?
-¡Vístete ho! Que como me pille aquí dentro, ¡vaya cataclismo!
-¿Ves? ¿No te dije que era un día mágicu?
-Casi prefería que me cayera un asteroide.
-¿Qué más da? ¡Onde vaya el asa que vaya el calderu!
-¡Quietina, Mariamor!
-Ya te garraré por banda dentro unos meses…
-¡Anda, calla! ¡Calla!
-Sí, sí, calla, calla… Pero acabase el calendario maya.