-¿Entonces lo de ingenua como el agua…?
-Ya ves.
-¿Y lo del mar en tu retina…?
-Que va, si soy de Colloto.
-¿Pero cómo…?
-Dejéme llevar, no sé.
-Tenías un perfil tan guapu…
-Oye, si quies, ¡cambio de lau!
-¿Cómo pudiste jugar así con mis sentimientos?
-¡Mira quién habla!
-Ya, lo siento.
-Y yo que pensé que eras mulata…
-Home, soy de garrar color. En cuanto sal una rayina de sol…
-Pero entós… ¿Gústate Mozart o no?
-Bah.
-¿Y los chipirones afogaos?
-¿Quies creer que no me da más por ellos?
-¡Oh Sissi!
-Isidro, llámome Isidro.
-Teníamos tanta compatibilidad…
-Ya lo sé, caliente. Ya lo sé.
-¡Oh Sissi, mi amada emperatriz!
-Mentalízate, ho: ¡Que soy encofrador!
-Calla, calla. Enamoreme como un guajón.
-Y yo.
-¿En serio?
-Ir contigo a Viena, dormir en el hotel Imperial…
-Uf… Yo topábate tan viciosona, tan sensual…
-Ya ves. El amor ye como les palomes.
-¿Ah sí?
-Sí, sí. Vienen, se cagan y se van.
-¡Cagontal, eso ye lo que me gusta de ti!
-¿El qué ho?
-No sé, tu filosofía vital.
-¿De verdad?
-Home, claro. Yo toy de moveme por sidreríes…
-Ya, ya.
-…Y, oye, ye difícil topar un paisano con esi nivel cultural.
-Selo yo. La verdá ye que soy finu pa chatear.
-¿Y pensar que quise besate hasta dejate sin aliento?
-Yes un caliente, no lo pues remediar.
-¡Vaya mierda de San Valentín!
-Tampoco te pongas así…
-Preferíate on line, ¿pa qué te voy a engañar?
-Pillásteme en crisis, sin afeitar…
-Esto de interné acaba con nosotros. ¡Ye una trampa!
-Y ahora, ¿qué hago con el conjuntín de lencería?
-¿De que talla ye ho?
-¡Aparta, caliente!
-¿Valdrate, Sissi?
-Aparta, que te meto, eh. ¡Aparta hooo, que soy encofradooor!