-¡Cu-cu!
-…
-¡¿Quién soy?!
-…
-¡Di, venga, venga! ¿Quién soy?
-Anda, ¡no seas capullo!
-¿Quién?, ¿yo o mi personaje?
-Pero bueno, Paulino…
-¿Quién es Paulino?
-¿Eh?
-Di, ¿quién soy?, ¿lo que tú proyectas en mí?
-¿Qué ye, ho?
-Venga, ¡di, di!
-¿Subiósete el Antroxu a la cabeza?
-No, no, di: ¿qué represento pa ti?
-¡Ay, la madre que te…!
-¿Soy mi cuerpo físico?, ¿mi mente…?
-Joder…
-¿Soy lo que siento o lo que tú esperas de mí?
-¿Quies dejar de hacer el imbécil?
-¿A quién le hablas?
-¡A ti, gilipollas! Si no te quisiera tanto, te…
-¿Y cómo sé que no quies a otru?
-¿A otru ?
-Sí, ¡al que imaginas que soy!
-¡Ay, la madre que…!
-¿Quién soy yo sin ti?, ¿nos damos un tiempo?
-Hay que jodese, to los años igual…
-Yo soy multitud, Menchu.
-Ah, ¿sí?
-Sí, fía… Y cuando me transmuto…
-¡Estoy harta, Paulino!
-¿De quién?, ¿de una parte de mí?
-Ya decía yo que tantos frixuelos…
-¿Acaso soy lo que como?
-¡Vale ya! ¿Oíste?
-¿Hablas conmigo o con el niño que llevo dentro?
-Mira, Paulino, ¡vete a tomar pol culo!
-¿Soy yo mismo o mi vida social me obliga a representar?
-Por favor…
-¿Soy de izquierdas?, ¿qué pinto yo en la UGT?
-¡Uf!
-¿Quién soy en realidad, Menchu?, ¿un espía del PP?
-Por favor te lo pido…
-¿Son firmes mis convicciones?
-Verás como te meta una patá en los cojo…
-¿Por qué te irritas?, ¿acaso no llevas tú careta?
-¿Yo?
-Sí, tú, quienquiera que seas…
-¡Basta ya, por favor!, ¡Que entierren la sardina de una vez!