
Cuarentena, día 39.
-Pues a mí, Velino, va dame pena dejar de facer vida normal.
-¿Cómo ye, ho?
-Ya tengo mi rutina y nun la cambio por na.
-¿Qué me tas contando, Ricardo?
-Sexo por teléfono, techno en los balcones, espiches por chat…
-¿A ti paezte normal?
-Llevo mes y picu lavando plátanos y yogures, ¿qué quiés, que de un día pa otru los deje sin lavar?
-Pero, Richi, no me fastidies.
-¿Van desaparecer de golpe toles versiones de “Resistiré”? ¿Eh? ¿Eh?
-¿Qué?
-¡No, no, cuidado! ¿Voi dejar yo de perfumame con gel desinfectante?
-Home, a ver…
-¿A ver qué? ¿Imagínaste salir a tirar la basura sin que nadie te vigile pola ventana?
-Richi…
-Y estornudar nel súper y que digan ¡salú! en vez de ¡gontumadree, ponte p’allá!
-Pero Richi…
-¡Na, Velino, na! ¡Ya toi fechu a la vida normal!
-¿Qué dices, ho?
-Yoga carcelario, charrar colos páxaros, facer musculación con botes de fabada… Nun lo cambio por ná.
-¿Y el ciclismo?
-¿Quién quier ver la etapa Los Lagos pudiendo facela pol pasillo?
-¿Pero tú tas bien de la cabeza?
-¡Cojonudamente! Y cariñosu, eh. ¡Mui cariñosu!
-¿Por?
-Coime, acabo de gritar: ¡¡¡Ye normal que me gustes tanto!!!
-¿A un ligue?
-No, a la pizza. Luego diré: ¡Pues no lo sé, no lo séeeee!
-¿A la pizza?
-No, coño, a un crucigrama.
-¿Eh?
-Poles tardes riño un ratu con él, y depués trágolu.
-¿Qué ye, que comes papel?
-¡Sí, ho! Empecé chupeteando papel de cocina mientras me facía una mascarilla y…
-¿Y el papel del váter cómeslu tamién?
-No, no. El papel higiénico úsolu pa disfrazame de momia.
-¿De momia?
-Sí, ho. Así paso les tardes, ahí clavau, sin salir del salón.
-Veote jodíu, Richi, mui jodiu.
-¿Por qué, ho? ¿Por facer vida normal?
-Pero, Ricardo, habrá que salir, socializar col vecindario…
-Aquí, ya socializamos.
-Ah, ¿sí?
-Sí, ho. Aplaudimos a los sanitarios de tarde y mandamos-yos anónimos pola mañana.
-Pero… Pero…
-Y a les cajeres del súper, igual.
-¡Puf, vaya plan!
-Vida normal, Velino. Vida normal.