-¿Ye el tuyu?
-¿Eh?
-¿Qué ye, el tuyu o el míu?
-¿El qué ho?
-El teléfono, joder.
-¿Qué teléfono?
-Calla a ver…
-No trajimos teléfono.
-Chisst…
-No hay cobertura, Yonatan. ¡Tamos en cadiós!
-Chissttt…
-¿Qué te pasa?
-Chissttt…
-No me asustes.
-En ocasiones… oigo móviles.
-¡Ay la madre que te…!
-Tarán llamándome y no toy localizable.
-Cálmate, Yoni.
-¿La blackberry quedó en el albergue?
-Nun podemos seguir así.
-Fáltame el mp3 y el cargador del portátil…
-¡Disfruta del puente!
-¿Metiste la gameboy debajo la cantimplora?
-¡Escúchame ho! Que soy Paco, no Mario Bros.
-¿Qué?
-Que soy de Sama y no de Nintendo.
-Veote borrosu, duelme la cabeza.
-¿Ves? Ya te dije en tu casa que teníes un cuadru cojonudu.
-¿De Chagall?
-No, ¡de ansiedad, gilipollas!
-Ah. Ya…
-Nun pues seguir así, tienes que dejar el ClusterTIC.
-Ay, Paco, qué coses dices…
-Escúchame bien: San Isidro no ye un puerto USB.
-¿Qué?
-¡Aquí acumúlase nieve, no información!
-Pero… Duelme el pulgar, no puedo esquiar.
-Claro, degeneróse el músculo.
-¿Qué?
-Jodiste les articulaciones de tanto mandar SMS.
-Ay, Paquín tengo miedo.
-¿Y si rompemos con todo y montamos una pyme en Tineo?
-Paquín, tengo miedo.
-La tecnología va a acabar con lo nuestro.
-No digas eso.
-Prefieres escalar el muru de feisbu que subir al monte conmigo.
-Abrázame, Paco.
-¡Tas xelau, tío!
-Ay, Tanto abusar del sexo frío…