Arranca La Liga y los trastornos del sueño
-¡Hay que juntar les linees!
-¿Eh?
-Más juntinos, coño.
-¿Qué dices ho?
-Ahí, ahí, encima, ¡más encima, Josín!
-¡Lolo!
-Calla y juega.
-¡Ay Lolo! ¿Tás soñando?
-¡Nano, atrás! Richi, pégate a él. ¡Vamos, vamos!
-¿Sudas, Lolo?
-¡Venga, ya saldrá! ¡Sí, sí, llegas, llegas!
-Ay, Lolín…
-¡Podemos, coño! ¡Podemoooos!
-¡To los años igual!
-¡No sal de ahí, no pué salir!
-¡Llegan estes feches, pagues el recibu y empiezas a delirar!
-¡Ciérralu, joder!, ¡encima de él!
-¡Qué Assunsao ni que mi madre! ¡Al tuyu, tú pégate al tuyu!
-Vaya la que me espera…
-¡Al Kun, al Kun!
-Con lo bien que tábamos sin fútbol…
-¡Toca y marcha!
-…En la playina, relajadinos…
-¡Primero, dala primero!
-Y a partir de ahora ni concilies el sueñu ni dejes dormir a los demás.
-¡No salió, arbitro! ¡No salió, cagonrrós!
-Voces, convulsiones, el pijama pingando…
-¿Y ahora quién baja, eh? ¡Cuidao ahí, cuidaoooo!
-…Terrores nocturnos, apnea…
-¡Mete el pie, hostia! ¡Así, así, eso ye!
-¡¡¡Ay, ay!!!
-¿Qué pasó?
-¡Y les dichoses patadines por bajo!
-¿Qué pitas ho? ¡Si él fue al balón!
-¡Ay, qué cruz!
-¡Vamos, tocamos, tocamos! ¡Goooool!
-Vuelve la rutina: dormir con espinilleras, sentir cómo te aceleras…
-¡Pita el final, oveya!
-Y lo que peor llevo: ¡la sala de prensa!
-Sí, fuimos muy superiores.
-¿Cómo puedes ser tan fantasma?
-Apliqué el mismu sistema que en el Santiago de Aller y dejélos acojonaos.
-¿De dónde sacarás eses babayaes?
-Ni Pep ni Mou tienen ni puta idea. Quieren copiame. Allá ellos.
-¿Cómo te transformas de esa manera?
-El fútbol ye muy fácil, siempre y-os lo digo a los chavales.
-¿Qué tendrás en la cabeza?
-Somos una piña y flipen conmigo porque saben que soy un fenómeno.
-¡La madre que te parió!
-No, de Cristiano no fago declaraciones. Túvelu en infantiles pero echóse a perder…
-¡Ay Lolo, yes la caña!
-Si hubiera entrao el tiru de Pachu y los tres postes taríamos hablando de una goleada. Soy un genio. ¡Y voy a por el triplete! ¿Oíste?
-¡Ay madre! No me queda nada…
-Ya ves: el putu amu, una pasada.
-No me queda nada…