De septiembre cada uno sale como puede
-¿Ónde vas Pin?
-¡A mí!
-¿Ónde ho?
-A buscar en mi interior.
-¿Cómo ye ho?
-Sois tos una banda, no hay con quien contar. ¡Hala, a rascala!
-Oye, pero…
-Fuera Internet, móvil, televisión… ¡Dejáime en paz!
-¿Qué mosca te picó?
-Conexiones fáciles, instantáneas…
-¿Tan mal te sentó el veraneo?
-¡Vivía volcau hacia fuera, Cesarino!
-Tás rarón, aventau…
-Y taba perdiéndome lo de dentro, ¿sabes cómo te digo?
-…Como la pija un mono, Pin.
-Tengo que recuperar mi propia esencia, “la Pin connection”.
-¿La qué ho?
-Conectame a tope conmigo mismu, sabiendo quién soy.
-Ah. ¿Y qué más?
-Y hacia donde me quiero dirigir.
-¡Menuda empaná, compañeru! ¿Qué ye, que tuviste en Rodiezmo?
-¡Chisst! Déjame seguir buscando…
-¿El qué ho?
-El silencio, la quietud.
-¿Pa qué ho?
-Pa escuchar el diálogo interior.
-¡Cagonrros…!
-Si voy a la huelga o a la zarzuela.
-Qué mal lleves la zozobra de septiembre.
-Tengo que centrame pa no perder el rumbo, Cesarino.
-¿Y qué vas facer?
-Tar en contacto conmigo mismu, cojona.
-¿Pa qué ho?
-Pa manterner la calma y la firmeza interior. Porque si no…
-¿Qué?
-¡Danme ganes de armar la de Dios!
-Relájate, manín, que esti otoño vien caliente pa churruscar.
-Conmigo que no cuenten. ¡Toy fartu de propaganda!
-¿Vas incomunicate ho?
-Voy adentrame en les emociones, les sensaciones, los mensajes…
-¿Qué mensajes, si vas tirar el móvil?
-Los de dentro, Cesarino, ¡la voz de la intuición!
-¿La qué ho?
-Si la sabes escuchar ye más potente que la megafonía de la playa.
-¡Vaya empaná, compañeru!
-¡Hala, a rascala!
-¿Entós ya no tás operativu?
-Pa lo que hay que oír…
-¿Ya no confíes en los amigos, en los políticos, en el código éticu de…?
-De códigos, sólo creo en el míu.
-¿El tuyu?
-El código Pin. ¡Hala, a rascala!