-¿Qué ficiste en Semana Santa, Macrino?
-Engordar.
-¿Pero no ibas de monte, ho?
-Dio malo, Fino. Tuvimos toles vacaciones en alerta, chico.
-¿Ónde, ho?
-En alerta: amarilla, naranja, roja, fucsia, gris marengo… Con decite que apagué la tele pa no ver a los del tiempo…
-Sí. ¡Tán los hosteleros contentos! Lo de tolos años.
-Ye como aquella obra de Priestley, un clásico contemporáneo.
-¿La Preysler, ho?
-No, coño. Toi hablándote de lo que ye jugar con el tiempo dramático y el tiempo real.
-¡No me leas teatro, Macrino, que vas acabar fatal!
-Bueno, el casu ye que no salí de casa y ahora soi deliciosu.
-¿Quién lo dijo?
-El mi nutricionista, Fino.
-¿Que qué, ho?
-Él tienlo mui claro: Macrino, yes lo que comes.
-Ay amigo…
-Ni playa ni montaña: fabada, torrijas y bollos de Pascua.
-¡Jobar! Una delicia de persona, sí, contigo da gusto charrar.
-A mí no me jode ni el tiempu ni los meteorólogos. ¡Aproveché pa vivir el sueñu más grande!
-¿Cuál?
-¡El que me da depués de comer!
-Ay, amigo…
-Y depués de la siesta, ya sabes, entra la fame, hai que picar algo, unos cacharros…
-¿Cacharros? ¿Pero sigues bebiendo alcohol, ho?
-Tengo heridas internas, Fino, no quiero que se me infecten.
-¡Puf! Si sigues bebiendo alcohol, Macrino, serás alcohólicu.
-¿Y qué ye, que si bebo Fanta seré fantásticu?
-Macrino, cagonrós, ¡tienes salida pa too!
-Desde que Marga marchó de casa…
-La herida del tiempo, puto teatro… ¡No pienses en ello!
-Dejome un huecu en el corazón y llenelu de comida.
-¡Yes malu pa ti, Macrino! ¡Yes malu pa ti!
-Las rupturas son mui jodías, Fino. ¡Y más en estas fechas!
-Selo yo.
-¡Qué sabras tú de separaciones, de lo dura que ye la vida!
-Selo de sobra, Macrino, que sigo en Instagram a Paula Echevarría.
-Ah, entós no digo ná.
-¿Seguimos en aviso amarillo o hai alerta por vientos?
-¡Ay… el tiempo! ¡El tiempo…!
-¿Vienes hasta mi casa y hágote unos frixuelos?