Sabrosón - Parando en Villalpando
Sabrosón
24/03/2014
El crack - Parando en Villalpando
El crack
07/04/2014
Show all
Resiliencia - Parando en Villalpando

Resiliencia - Parando en VillalpandoCada día más motivados

-No sabes cómo te envidio, Fulgencio.

-¿A mí?

-Sí ho. Tú ahora tas como Dios.

-¿Yo?

-Oye, a ti despedite ya no pueden.

-¡No tengo trabayu!

-Por eso te digo. De tu casa no te puen echar.

-¿Qué casa? No tengo casa.

-Ahí te voi, Fulgencio. ¡Les ayudes no te les puen quitar!

-¿Ayudes de qué ho? ¡Si no recibo ninguna!

-¡Ahí te voi, coño, ahí te voi! Lo que tienes que facer ye relájate y disfrutar.

 

-¿Disfrutar? Pero si no tengo ni…

-Nun te quejes, eh. ¡Tú tienes de too!

-¿Yo?

-Plata en los cabellos, oro en los dientes, piedres en el riñón…

-Bueno…

-¡Claro, joder! ¡Además, a partir de ahora pa tí ye too subir!

-¿Subir? ¿Adónde ho?

-Crecer, Fulgencio. ¡Crecer desde la adversidad!

-Ah.

-¿Conoces la resiliencia?

-¿La de Perlora?

-Re-si-lien-cia, oveya.

-¿Y eso qué ye?

-Lo que no te mata, hazte más fuerte, ¿oíste?

-Ah.

-Además, ¡ya empieza a cuadrar too! ¡Ya salen les cuentes!

-¿Les cuentes?

-Sí ho. Unos tenemos mucho y otros no tenéis na, pero la media ye la correcta.

-¿La media?

-Claro. Hai que tar juntinos, Fulgencio. Somos un equipo. ¡Listos pa esquiar!

-¿Esquiar? ¿Tu y yo?

-Sí ho. A mí la vida diome los esquís y a ti tócante los palos.

-Ah. O sea, que la crisis era esto.

-Gente que no tien debe a gente que no lo necesita.

-Jobar, pero…

-Ye lo que hai, Fulgencio.

-¿Y qué ye, que ya no tengo derecho a trabayar?

-Trabayar sí ho. Pero, coño, ye que encima quiés cobrar.

-Bueno…

-No, a ver, ye que si empezáis a pedir y pedir…

-¿Y el derecho a un salario digno?

-Prescribió, Fulgencio. ¡Prescribió!

-¿Qué qué ho?

-A los ricos nos prescriben los delitos y a los probes los derechos.

-Pero…

-¿Entiéndeslo o no?

-Jobar. Pero yo además de probe soi humilde y honrau.

-Selo yo, Fulgencio. Probe… Les desgracies nunca vienen soles.

-Ye mui triste pedir, pero más triste ye no dar.

-Bah. No sabes cómo te envidio, Fulgencio.

-¿En serio?

-Claro. Tú ahora tas como un cañón.

-¿Yo?

-¡A partir de ahora pa ti ye too subir!

-Jobar, pues no sé qué decite…

-Tu anímate, Fulgencio. Y no digas na.

-Pero…

-Resiliencia, compañeru. Anímate, que vas triunfar.

Comentarios

comentarios