El amor en tiempos de encarecimiento.
-¡Pufff!
-¿Qué ye, ho? Nunca pensé que pa ti lo del tamañu…
-¿Pa mí? ¡Pero si la culpa tienesla tú!
-¿Yo?
-¡Sí! ¿Qué pusiste en Tinder? “Téngola como un Toblerone”. Y ahora, mira.
-¿Cuántu fai que nun comes un “Toblerone”?
-A mí nun me vengas con segundes, eh.
-Too mengua, Pili. ¡Reduflación!
-¿Qué, ho?
-Nun momentu inflacionista como esti, la cosa ye facela menos visible.
-Y tanto…
-La subida de precios, me refiero.
-¿Cómo ye, ho?
-Todo reduce su tamaño. Todo. El yogur, los lomos de merluza…
-¡Qué excusa más boba, Nachín!
-¿Sabíes que los Doritos lleven cinco nachos menos en cada paquete?
-¿Pero qué me tas contando?
-Por no hablar de Cola-cao, Revilla, Danone, Gallo, Campofrío…
-¡Déjame de rollos, eh!
-Escucha…
-Hablemos de nosotros.
-De nosotros toi hablando, Pili, somos consumidores. Y si les galletes Gullon mengüen su diámetro, ¿cómo nun voi mengüar yo?
-Coño, pero…
-Ni pero ni manzano, Pili. Que son muches desgracies seguides, una tras d’otra, y venga crisis y venga recortes…
-A ver, Nacho…
-Too mengua, encoge too. ¿Cómo nun voi encoger yo?
-Nun me líes, eh. ¡Nun me líes!
-¿Y les bolses de patates? ¡Aire, Pili! Solo lleven aire.
-Vinimos a facer el amor, no la cesta de la compra.
-Eso digo yo.
-Pues deja de hablame como si tuvieramos en Mercadona.
-Pero si yo lo que quiero ye que te entre el gusanillo.
-¡Uf! Nunca mejor dicho.
-Déjate de coñes, eh. Hai que dir colos tiempos.
-Nun sé pa qué ficimos match. ¡Nacho yes un timo!
-Que no, muyer. Menos ye más.
-Sí, ho…
-Ahora dices te lo voi a comer too y nun tardas na.
-Anda, calla.
-Además, ye bueno reducir los tamaños.
-¿Pa qué, ho?
-¡Pa eliminar caloríes!
-Yá lo veo, yá. Porque, desde luego, fiu, ¡tas dejándome fría!
-¿Sabíes qu’una chocolatina tien…?
-¡Valió, Nacho, valió! ¡Y non te quedes tirau como un maizón!
-Pero…
-Pon algo de tu parte. Que yes más buenu que’l pan. Pero un poco vaguete.
-Claro, por eso. ¡Hasta la baguette menguó de pesu!
-¡Pufff!