-¡Que salgas de ahí, Ricardo!
-¿Qué… qué pasa?
-¡Zamarro, asquerosu! ¡Venga, pa casa!
-Coño, Marga, vine de parrillada.
-Hai buena comida, eh. ¡Castrón!
-A mi no me hables con segundas, Margarita, yo…
-¡Sí, sí, a ti la carne siempre te perdió! ¡¡¡Asquerosu!!!
-Nun me grites, fai el favor, duelme la cabeza.
-Sales jodíu, sí. Selo yo.
-Que no me hables con segundas, Marga, por favor.
-¿Cómo se pué ser tan cínicu?
-A ver, vida, que no ye lo que paez.
-¡Home vaaa! ¿A quién quiés engañar?
-Si te digo que ye un restaurante parrilla ye que ye un res…
-Mejor te dejabas de parrilla y mirabas más pa la tu costilla.
-Yes insustituible, Margarita.
-¡Cínicu! ¡Asquerosu!
-No, a ver, si empezamos a desconfiar…
-¿Pero cómo tienes tanto morro?
-¿Por? ¿Cuándo te la armé yo?
-Richi, por favor…Si cada vez que pasas por un puticlub se te conecta el wifi.
-¡Esto ye sala de fiestas, vida, y restaurante, y tién parrilla!
-Sí, ho…
-¿Vas a saber tú más que los jueces, ho?
-¡Ta lleno chavalas, Ricardo!
-Ye la primera vez que vengo…
-¿Y por qué te hablas con todas?
-¡Coime! Porque son mui majas, mui habladoras.
-¿Y por qué van ligeras de ropa, eh?
-Ye normal, vida, con esti veroño…
-¡Ja! ¿A ti paezte que tá pa dir en bragas y sujetador?
-Bueno, junto a la parrilla fai mucho calor.
-¡Too lleno de coches aparcaos…!
-Hacen buena comida, les coses como son.
-Y de tarde, too lleno de luces.
-Normal, vida. ¡Ta llegando la Navidad!
-¿Seguro que nun ye un club de alterne, ho?
-Necia yes… ¿Vas saber tú más que un juez?
-Ye raro. Nun me suelo equivocar, Ricardo.
-¡Home, vaaa!
-¿Acuérdaste lo que ponía la nota que te dejé en la nevera?
-”Marcho de casa, Richi, ésto no funciona”
-¿Y tenía razón o no?
-¡Pues no señor, la nevera funciona de puta madre! Pero a ti cuando se te mete algo en la cabeza…
-Bueno, y si viniste de parrillada, ¿por qué tardaste tanto en salir?
-Tomé unes copes y nun podía conducir. Por eso, eché un pigacín.
-Ah.
-¿Ves? ¿Ves cómo too tién explicación?
-Bueno, ya…
-No ye lo que paez, Marga, ¡no seas mal pensá!