Fontaneros en flow
-¡Oiga! ¿Cómo ye lo suyo?
-¿Por?
-Llevamos tres días esperando por usté.
-Ajá.
-¿Qué ajá ni qué mi madre? ¡Tengo la cocina encharcá, no sé si la fuga vendrá del desagüe o de la…!
-Slow, amigo, slow.
-¿Cómo ye ho?
-¡Un poco de flow!
-¿Eh?
-Despacín, ¿por qué no trata usté de fluir?
-¿Qué trate de qué ho?
-Tamos en verano, hombre, libérese de los barrotes cotidianos.
-¡Ande, pase y no me toque los…!
-¡Chisst! Tranquilo, yo decido mi propio ritmo.
-Oiga, pero…
-Con esi estrés no va a resolver nada.
-¡Tres días, coño, tres días esperando!
-¿Y qué quiere que le diga? El verano ye una partitura en blanco.
-¿Eh?
-Modo verano, oiga, vivimos como el jazz.
-¿El qué?
-Rompes la partitura, te pones a improvisar…
-Pero el agua lleva tres días saliendo y usté haz tres días que quedó en pasar…
-Correcto. Si yo ya estaba en la furgoneta, iba a venir…
-¿Y?
-El viaje más apasionante ye aquel que se emprende sin saber adónde ir.
-¡Porque lo diga usté!
-Yo no lo digo, díjolo Goethe.
-Ya, ya. Ye mui cómodo echar la culpa a los demás. Pero si ya taba en la furgoneta, ¿por qué coño no vino p’acá?
-No. A ver. Si yo venir venía…
-¿Entós?
-En modo verano, oiga, la vida no ye cuadriculá.
-¿Usté qué quier, tocame los cojones?
-No, que sintonice con lo lúdico,oiga,que abrace el arte d’ improvisar.
-¿Cómo?
-Que fluya un poco, cojona, que ya tien usté edá.
-Pero si yo…
-A ver. ¿Por qué tien que tar la vida tan pautá?
-¡Hostia, porque tengo la casa inundá!
-Ah, ya, claro. Siempre es por algo. No, señor, fatal.
-¿A qué se…?
-Las playas llenas, la sidra, el calorín, esos atardeceres…
-Ya, ya.
-¿…Y usté agobiau porque tien la cocina encharcá?
-Pa mi que la fuga vien del desagüe.
-¡Que venga de donde quiera, oiga, lo guapo ye que vino! ¡Ya ta!
-¿Cómo diz ho?
-Que la disfrute, oiga, que goce de l’avería, un instante tan especial…
-¿Especial?
-Claro. Cada momento ye irrepetible.
-¿Usté sabe lo que tuve que achicar?¡Pasóseme’l tiempu volando!
-Claro, porque taba en estado de flow.
-¿La cocina?
-No, ¡usté! Taba tan inmersu en la fuga y el calderu que perdió la noción del tiempu.
-Sí, bueno, la verdá que…
-Mire, voi a cobra-y 90 euros por la salida y…
-¿Pero no entra en casa? ¿Y la avería?
-Dísfrutela, hágame casu. Vaya fluyendo y tal.
-¿90 euros?
-Modo verano, amigo. Ahora tengo que marchar. ¡Hala, a disfrutar!