
El Jacobo enmascarado.
-Pues a mí cambiome la vida, chico.
-¿La mascarilla?
-Sí, sí. ¡Toi encantau! Ya entiendo pa qué Dios nos dio oreyas a los humanos si nunca nos escuchamos.
-¿Pa qué, ho?
-¡Pa sujetar la mascarilla, Laurano!
-Anda, déjate pijaes.
-¡Son too ventajes, Laure!
-Sí, ho…
-Nun ye solo que prevenga el contagio, ahorres una pasta en blanquear la dentadura, pués ocultar tu estao emocional, evitas la tecnología del reconocimientu facial, la halitosis del personal…
-¡Calla la boca, Jacobo, por favor!
-¿Por?
-¡Cuando me pica la nariz apetezme quitar la mascarilla!
-¿Qué ye, que cuanto te pica el culo quites el pantalón?
-Vaya, ho.
-No, Lisardo, no. Les coses como son. Yo llévola 24 hores.
-¿Nun la quitas ni en tu casa?
-Te lo juro.
-¿Yes bobu, Jacobo? Pero si vives solu.
-¿Y qué? ¡A mí píntame bien! Véome más guapu y encima adelgacé.
-¿Que qué, ho?
-Desde que llevo la mascarilla en casa como menos.
-¿Qué dices?
-Antes taba tol día picando y ahora, por no quitala, casi nun como nada.
-Tas raru, Jacobo, paeces otru.
-Claro: el Jacobo enmascarado.
-¿Eh?
-Toi aprendiendo a mirar de nuevo, a sonreír con los ojos… Voi pola vida como Sheldon, desinfectándolo todo.
-¿Pero nun la quites ni pa dir pa la cama, ho?
-Qué va. A mí abúltame que actúa mientras duermo.
-¿Cómo ye, ho?
-Siento que me regenera por dentro. ¿Nun me notes la piel más tersa?
-¡Chiflaste! La mascarilla ye un agobiu, empañense les gafes…
-¿Qué gafes? ¡Pero si nun llevas gafes!
-Ya. ¿Pero tú sabes lo que ye caminar frente a una masa miope que va con la gafa empañá?
-Escucha, Laureano…
-¡Ye un engorro, Jacobo! ¡Hai veces que la pongo nel codo y funciona!
-Claro, porque la gente ve que yes gilipollas y apártase de ti.
-Igual ye por eso, sí.
-Una evidencia científica, Laureano.
-Qué tiempos tan raros.
-Pues yo toi encantau.
-El Jacobo enmascarado… ¡Tas guapu!
-Selo yo. Y paso inadvertíu en un montón de sitios, nun me conoz nadie, nun tengo que reime por compromisu…
-Desde que tuviste que pagar 200 pavos por no llevala, cambiote la vida, eh.
-Ya ves, Laure, ya ves. Un antes y un después.