-Brrrrrr.. Brrrrrrr…Brrrr…
-¿Quiés parar quietín?
-Tengo buenes sensaciones.
-Benino, no me toques los cojo…
-Brrr… Brrr…Brrr…
-¿Qué yes, imbécil?
-No, ¡un bólido!
-Sí ho, en la cama sobre tó.
-¿Qué ho?
-¡Rapidín, que yes muy rapidín pa to, Benino!
-Brrr… Cuando me pongo a rodar…
-¡Ay Dios, qué supliciu!
-Esti añu arrasamos, verás.
-¿Quiés dejar de obsesionate?
-Brrr…Brr…
-¡Quiés más a esa FIA que a la tuya!
-No toy obsesionau.
-¿Y por qué no te hables con la mi hermana?
-¡Ye Mercedes, ho!
-Bah. Siempre se llamó así.
-Ya, pero desde que cambié de escudería ye como tener el enemigu en casa.
-¿Ves? ¿Ves cómo te falta un tornillu?
-Selo yo. En cuanto vaya a Maranello y ajuste un par de pieces…
-¡Ay Benino! Y yo que pensé que tendríamos química…
-Brrrr… Brrr…
-¡Pero lo único que tengo contigo ye mecánica!
-Brrr… Brrr…
-Tantu coche… ¡Vas mimetizate!
-¿Qué ho?
-¡Tás echando airbag, Benino! ¿No te das cuenta?
-¿Y tú qué?
-¡En chasis voy quedar! No gano pa disgustos.
-La pareja ye como una máquina, vida.
-¡Voy date con la sopera!
-En serio. Yo cuídola mucho. ¿No notes cómo mimo toles piecines y trato de renovar?
-Sí. Sobre to cuando vas al chigre y traes cada pedal…
-Anda, casastete conmigo porque soy guapu y sé pilotar.
-Caséme porque yes un oveya y fallote la marcha atrás.
-¡Vaya ho! Ahora hay que tar muy unidos, vida.
-Pero si yes tú el que pases de mí, nun me faes ni putu casu.
-¡Toy pensando en Ferrari, sueño con Ferrari, vivo pa Ferrari!
-Pues ten cuidao, que igual te convierto en Toro Rosso.
-¿En qué ho?
-¡En Toro Rosso, guapín!
-¿Qué quiés decir, que vas poneme los cuernos?
-Brrrrr… Brrrrr….
-¿Eh ho?
-¡Ruge, Benino! ¡Ruge! Brrrr… Brrrrr…