Estás en el mundo y es un loco mundo.
-¡Baudiliooo! ¿Ónde coño vas?
-A trabayar.
-¡Vergüenza tenía que date! A ver si aprendes de los tus fíos.
-¿Por?
-El Adri no terminó tercero de la ESO y ya ye Instagrammer y YouTuber. Y tú…
-¿Qué, ho?
-Tol día estudiando, dando clases y conferencias…
-Pero mamá…
-¡¿De qué te valió tanta oposición y tanta universidá?! ¿Eh? ¡De ná!
-Mamá, soi catedráticu.
-¿Y qué? ¿Eso pa qué te val?
-Bueno…
-¡Mejor aprendías de Nerea, la tu fía! ¡Ye influencer y no leyó un libru en su vida!
-Pero mamá…
-¡Yes la vergüenza de la familia, Baudilio, ya no sé qué facer contigo!
-¿Por?
-Ni Dios te sigue en twitter, no tienes perfil en feisbu, ni ves videos en Youtube ni juegas al Candy Crush. ¿De qué vas?
-Pero, bueno…
-No tienes ni tablet, Baudilio. No sabes ni mandar un guasap. Ye que da pena vete, fíu.
-Yo…
-Tanto pasear libros, tanto dar clases en la universidá y…
-¿Qué?
-¡Que yes un pringao, fíu, vives ajenu al mundo digital!
-Qué más da.
-¡Aprende del tu Adrianín, que ye un ídolo juvenil!
-¿Ya se levantó?
-¡Sí, ho! ¡Ahí lu tienes, generando contenidos en pijama, y tién millones de visitas sin salir de casa!
-Bueno, hala…
-Y tú madrugando como un oveya pa ganar el pan de…
-¡Marcho, má, que tengo prisa!
-¡Mírame a mí! ¡Depués de vieya, bloguera!
-Vaya, ho.
-Tengo likes y followers p’aburrir.
-Que sí, hala, que sí.
-¡Oveya, pringao!
-Mamá, ho.
-Andes escribiendo a mano, lees en papel, vas al teatro y a exposiciones…
-Tengo prisa, hala. Vuelvo de noche.
-No tardes, eh, que los nenos y yo ponémonos con el móvil a mirar los stories.
-¿Los qué?
-¡Ay, tas guapu! A ver si pillan a Nerea pa ”Gran Hermano” porque, Baudilio, perdona que te diga…
-¿Qué?
-¡Tu nos bajas muchísimo el nivel de la familia!