Se caen los mitos
-¡Que me sueltes!
-Pero…
-¡Déjame en paz!
-…Si fuiste tu la que se empeñó en…
-Quería vete de cerca, sentir…
-Pues mira, ven acá.
-¡Para! ¿Quies parar?
-¿No dijiste que eras muy activa?
-Como usuaria, tío, como usuaria.
-¿Qué ho?
-Guardo tus tuits como oro en paño. Y pensar que me dabas morbo…
-¿En serio? Si no nos conocemos de nada.
-Te seguía y te seguía…
-Pues aquí me tienes, venga.
-¡¡¡Para!!!
-¿Tantu cuentu con eso del follo y ahora te haces la estrecha?
-¡Follo-wer! Díjete: ¡follower!
-¿Y si te quitas lo de arriba?
-Qué fuerte, tío. Y yo que creía que eras tan profundo…
-¿Quién te mandó?, ¿mandete yo que me siguieras ho?
-¡Qué mierda de gurú, chaval! ¿Cómo podéis engañar así a los demás?
-¿Gurú? ¿Yo?
-Sí. Yes influyente, coño, tienes una responsabilidad.
-Mmmm… Lo que ye el sostén, ¿no te lo vas a quitar?
-Qué asco, de verdad.
-¿El qué?
-En persona yes una burra parda, chaval.
-Tampoco te pases.
-Mírate, sólo te falta la albarda.
-Oye, ni que tu fueras Miss Mundo, rica.
-Invadiome el desánimo y toi un poco dejá.
-¿Por?
-Digo: ¡Se hunde España, que me pille sin depilar!
-Uf. Qué mal rollu, ¿no?
-Claro. Taba hecha polvo hasta que te descubrí en el Twiter.
-¿A mí?
-Sí, tío, te sigo, te sigo. Yes mi luz.
-¿Luz?
-Retuiteé tu cita de coaching y me caló muy hondo…
-Vaya.
-Seguí tú lista de contactos, tu carisma emprendedor, tu cariño a Steve Jacobs…
-¿Y por eso me entraste así, a saco?
-Claro. Pensé que eras “cool” y resulta que yes un oveya.
-¡Oye!
-Y pensar que te que idolatré.
-¿Qué qué ho?
-Ya no te venero, que lo sepas.
-¡Vaya ho!
-Qué decepción, y qué pinta de descalzaputas.
-¡Eh cuidao, mide las palabras!
-No me da la gana, esto no ye un tuit, aquí puedo hablate así.
-¿Quién te mandó?
-¿Eh?
-¿Mandete yo que me siguieras?
-Engañásteme, tío. Poco a poco, fuiste añadiendo links a tu perfil…
-Flipas.
-Yes spam, tío, no tienes calidad. ¿No sabes que el Twitter ye una herramienta que…?
-Tengo yo aquí otra entre las pier…
-¡Quita, cerdo, asquerosu!
-¡Fuiste tu la que me entró a mí, guapa, yo toi aquí de playa!
-Qué pena. Gracias por bajarme del iCloud.
-¿De donde ho?
-¡De la nube, tío! Engañada me tenías… Esti mundo ye una trampa.
-A mi me lo vas a contar, guapa.