De pelas y preocupaciones
-¿Fantasías catastróficas?
-Sí, ¿a ti no te pasa?
-Uf. Imagínese.
-Vivo con el miedo a cuestas, fía.
-Pues anda que yo…
-Ya, pero lo tuyo ye diferente, a ver si me entiendes.
-¿Por?
-Hija, tú siempre fuiste una pringá.
-¿Cómo ye ho?
-Bah, que mayormente nunca tuviste perres, boba.
-¿Y?
-¡Coime, que tas acostumbrá a pasalo mal! Pero yo…
-Ah, claro, cuanto más tien una…
-¡Ay fía, no te lo recomiendo! ¡Tú no sabes lo que ye!
-¿El qué?
-¡Toi atacá con mis finanzas, atacá!
-Vaya.
-¡Obsesioná con acumular más!
-Ah.
-No sabes qué sufrimientu, guapina, lo mal que se pasa.
-Entós, ¿no me va a prestar los…?
-¡No puedo, vida! ¡Y bien que me gustaría!
-Pero…
-¡Tengo que ahorrar, cielo!
-¿Más?
-Nunca tengo bastante, no sé cómo explicate.
-Oiga, sólo serían tres euros.
-¡Ay, tres euros!
-En cuanto pueda, se los devuelvo.
-¡Ay, en cuanto pueda…! Qué miedo.
-Vaya. ¿Se encuentra mal?
-¿Cómo voy a estar, reina, con la que está cayendo? ¡Aterrorizá!
-Pero, coño, si usté ta forrá.
-Ya, pero tengo que ahorrar.
-¿Pa qué ho?, ¿qué necesita?
-Nada, muyer, qué tendrá que ver.
-¿Entós?
-Con los ahorros no cubro sólo mis necesidades, cuquina, ¡cubro mis miedos!
-¿Qué ho?
-Y como tengo tanto miedo…
-¿Qué?
-¡Que nunca tengo suficiente! ¿Sabes cómo te digo?
-Jobar.
-¡Ay, cómo te envidio, reina!
-¿A mí?
-Sí. Porque un poco de dinero evita las preocupaciones, pero mucho…
-¿Qué?
-¡Las atrae, cariño, las atrae! ¿No me ves a mí?
-Sí que la veo preocupada, sí.
-Claro. Y mucho ye el sistema, fía.
-¿Sistema?
-Sí, boba, que nos empuja a gastar las perras que no tenemos en coses que no necesitamos.
-Pero, oiga, usté ta podre de pasta.
-Bueno, tampoco tanto, eh. Hai veces que queda la visa temblando.
-Sólo y-pido tres euros, tres, pa pagar el pan y…
-¿Y qué hago, lo quito de la cuota del gimnasio aunque nunca voy?
-¿No va?
-Jamás. Pero, oye, pago la ilusión de que un día iré. ¿Sabes cómo ye?
-¡Ay Dios…! Usté nun ta bien.
-Claro que no. Toi muerta miedo, sacrificá, ¿no me ves temblar?
-Sí, ya.
-Y encima tú, hala, venga a pedir por esa boca, a meter presión.
-Ya ves…
-¡Bueno, hala! Suerte, monina, pa llegar a fin de mes.