La dichosa crisis está provocando un espectacular descenso de las rupturas matrimoniales.
-Mari…
-¿Qué se te olvidó?
-Déjame pasar.
-¿No dijiste que marchabes pa siempre?
-Ya, pero fue llegar al portal y…
-¿Qué pasó?
-Entróme un bajón…
-Bah. Déjate de rollos.
-Enguapiaste, Marimar.
-¿Cómo ye ho?
-¡No pueo vivir sin ti!
-Pero si acabes de salir.
-¿Déjesme una temporadina en el sofá?
-¡No, señor! ¡Ya tá hablao! ¡Mañana voy al abogao!
-¿Tú sabes lo que cobran esos, ho?, ¿y la notaría?, ¿y el procurador?
-¡Que te largues, Laureano, fai el favor!
-No tá la cosa pa andar en contenciosos, tesorín.
-Heriste mis sentimientos.
-Hay tiritas en el váter.
-Ay, Laureano…
-No sabes cuánto te amo, cuca.
-Lo del amor ye incalculable.
-Que no, Marimar, que bajé dos pisos y empecé a calcular.
-¿El qué ho?
-La luz, el agua, la mierda de sueldu, el alquiler, la pensión que te tengo que pasar…
-Bah.
-…El cole de la cría, la tarifa plana, el IVA, la que vien a limpiar…
-¿Y qué, ho?
-Que me entró un cariño de la virgen, Marimar.
-¿En serio? ¿Ya no te parezco una xostrona?
-Qué va. ¡Enguapiaste!
-¿Y la rutina?, ¿y la falta de comunicación?
-Pijaes.
-¿Y lo de andar a cabezazos con el mi hermanu?
-Ye buen chaval.
-¿Y lo mío con Rafa?, ¿y la orgía con la peña ciclista?
-Detallinos… Yes tan cariñosa…
-¡Ay, Laureano!
-Déjame entrar, Marimar. No pienso cortar les uñes en el salón.
-¿En serio?
-Toy deseando acariciate, besate, purgar los radiadores…
-Ay Laureano, yes tan noblón…
-Déjame pasar, ho.
-¿No vas burlate de mis sentimientos?
-Qué va. Apoyaré a Belén Esteban hasta el final.
-¿Lo prometes?
-¡¡¡Baila de puta madre!!!
-Ay, truhán, como sabes tocáme la fibra…
-¿Qué más quiés, amor?, ¿una barra pan?, ¿pilas pal transistor?
-¿Ves qué guapo ye reflexionar?
-Enguapiaste, Marimar.