El 80 por ciento de las personas que trabajan delante de un ordenador puede sufrir visión borrosa.
-¿Borrosa? ¿Cómo que me ves borrosa, Sabino?
-Que sí, Mari.
-¡Anda, no digas pijaes! ¡Mira que camisón asimétricu!
-¡Uf! Nun pueo ni mirar.
-¿Por?
-No sé, tengo fatiga.
-¿Ya? ¡Pero si tovía nun ficimos na!
-Ocular, Mariamor.
-¿Qué qué ho?
-¡Fatiga ocular ho!
-¿Tú yes tontu o fumas galletas porque pone María?
-Calla ho, nun toi de humor.
-¿Pero a ti paezte normal dejáme aquí, en medio la cama, empantaná?
-Minimiza, Mariamor.
-¿Qué qué?
-¡No lo tomes tan a la tremenda ho!
-Mira, Sabino, toi más caliente que la subasta del campanu.
-Pues hazte un Cañete, fía.
-¿Un qué ho?
-¡Que te duches en agua fría!
-Sí ho.
-Duelme la cabeza.
-¡Ay, Sabinín, que excusa más vieya! Anda, ven aquí, mi vida, mi cielo, mi…
-Graña, Mari. ¡Migraña!
-¿Qué?
-Tengo los ojos rojos.
-¡Ay, qué demonión yes!
-…Lagrimeo, duelme la espalda, los hombros, el cuello, siento vértigo, mareos…
-¡¡¡Pues tíralu, cojona!!!
-¿Qué ho?
-¡Que mandes a la mierda el putu ordenador!
-Sí ho. ¿Y cómo nos íbamos a arreglar en esta Sociedad digital?
-Digital, Sabino, esi ye’l problema.
-¿Por?
-¡Menos usar los dedos y más fo…!
-Calla, Mariamor, que cada vez que hables tiembla el monitor.
-¿Pero paezte normal dejame con esti camisonín en la cama pa ponete tu a navegar en pijama?
-Son tiempos raros, Mari.
-¡Cualquier día marcho! ¿Oíste? ¡Y déjote ahí tirau como una colilla!
-Prefiero quedame sin muyer que sin conexión a la red.
-¡La madre que te…!
-Dígotelo como lo siento, Mariamor.
-¿Pero qué coño te dio a ti esi ordenador?
-No sé, les tecnologíes de la información…
-No me vaciles, Sabino, que vas llevar un hostión.
-Ye un mundo nuevu, Mari: descubrir gente, países, aprender inglés…
-¿Qué ye, que ahora hables inglés ho?
-Sí, pero sólo nivel porno.
-¿Nivel qué?
-Lo que son cuatro jadeos y frases cortes, muy cortines.
-¿Pero tú no utilizabas el ordenador solo pa trabayar ho?
-Sí ho. Pero ye que cuando me lanzo, ¡trabayo la de Dios!
-Sabino, tenemos que hablar.
-¿Eh?
-¡Escucha, Sabino…! ¡Sabino! ¡Sabinín!
-¿Eh?
-¿Quies dejar de mirame como si tal cosa?
-No ye que te mire como si tal cosa, ¡ye que te veo…borrosa!