-¿Acuérdaste del 69?
-¿Ya empezamos? Qué gochu yes.
-¡Fue el añu de Woodstock!
-Meca, ye verdá…
-Esti mes cúmplese el 40.º aniversario.
-¿Y qué?
-Yo pienso celebralo.
-¿Qué, ho?
-Venga, ¡vamos pal matu!
-Para quietu, Tino, ¿cómo te dan estos repentinos?
-¿Nun quies revivir el verano del amor?
-¡Celestino, haz el favor!
-Bah, ¡tas aburguesá!
-Coime, mira quién va a hablar…
-Soy el hippy de siempre, Elvirina.
-Sí, ho. Después de vieyu, pelleyu.
-Paz, amor y bollu preñáu.
-Con lo que nosotros fuimos, ¿eh, Tinín?
-Dígotelo yo.
-Cagonrós…
-¿Qué ye lo que nos pasó?
-Vinímonos abajo, como esta región.
-Dejamos de soñar despiertos.
-Sí, poco a poco, a lo pijo…
-Empezamos a venir a la hierba, a dejar de fumala…
-Cambiamos el LSD por la sidra dulce…
-El rock duro por los conciertos de la OSPA…
-El espíritu del mayo francés por les ofertes de El Corte Inglés…
-La prejubilación cámbiate la vida, ¿oíste?
-Sí, antes creíamos en la utopía…
-Y ahora tenemos que tragar con los plazos del AVE.
-Nun somos ná.
-Y menos en traje bañu.
-Toi por votar a Ovidio, nun te digo más…
-¡Aguanta, Elvira, habiendo psicotrópicos!…
-Ya, pero…
-¡Tovía hai esperanza!
-¿Tú crees?
-En Salinas, mismamente, ta la playa bajo los adoquines.
-Sí, ho. Pero eso fue qu’argayó…
-Ye igual. ¡Tamos a tiempu, dígotelo yo!
-Para quietín, ho.
-¡Venga, vamos pal matu!
-¿Qué quies?
-¡Consagremos nuestros cuerpos al amor libre!
-Ay, para, Tino. ¿Cómo te dan estos repentinos?