El partido del siglo se juega cada mañana en el patio del colegio.
-Dame el balón, pulga.
-¡Si ho!
-Pulguina ¡Que me des el balón!
-De eso ná. Lo nuestro ye la posesión.
-Porque no tengo equipo, que si no…
-Qué chulo yes.
-¡Soy el más grande!
-De estatura. Aunque a la hora la verdá…
-¿Qué?
-No tas a la altura.
-¡No me vaciles, enano!
-Mira quién va hablar…
-¿Qué ye ho?
-¡Chupón!
-Pos anda que tú…
-Mucha bicicletina pero luego ná.
-¡Soy una máquina!
-Sí, de revender camisetes.
-Porque no tengo espacios, que si no…
-Fai como yo, ¡invéntatelos!
-Si lo sé, no salgo al recreo.
-¿Por…?
-Toy cansau de correr y no me llega un balón.
-Véote muy acelerau, ¿oíste?
-¿Cómo voy tar? No hay con quién contar.
-Bah. Lo que te mata ye la ansiedá.
-Soy ganador natu.
-Pues vas jodíu.
-¿Por…?
-Váis quedar otru añu en blanco.
-¡Mira, mira, El Pipita ya lleva 3 bolses de Churruca!
-Tolos recreos fai igual.
-¿Y viste a Kaká?
-Fue al quiosco a comprar.
-Toy cansau de echáme el equipo a la espalda.
-Mucha gomina, crack. Pero no desbordes ni p’atrás.
-Como te pille en Tuenti verás.
-¿Estudiaste pal examen, tío?
-¿Qué examen?
-El que tenemos ahora, na más entrar.
-¡Meca, qué va!
-¡Uf! Con esti finde de galácticos… ¡Como pa estudiar!
-Ya te digo, tío. Un derby ye un derby.
-Un país enteru, tío, to la peña ahí, ¡buaaaa, chaval…!
-¿De qué ye el examen, tío?
-¡Cero dos! Y a mamar.
-Bah, mañana te pillo en el recreo, pulga. Verás.
-A saco, tío. ¡Mañana más!