Necesitamos el contacto físico para sentirnos bien
-Venga.
-Que no.
-¡Venga ho!
-¿Pero qué cuentu ye esi?
-Fúndase conmigo.
-Que me funda.
-Sí, en un abrazu.
-¿Paezte que toy poco fundiu?
-Por eso. ¿Y cómo cree que tamos los demás?
-No me toques, ¡que vas cobrar!
-Eso quisiera, no te fastidia. Pero el empresariu nun suelta la mosca.
-¿Y tovía tienes gana de achuchones?
-Claro, cuando la vida tá achuchá?
-¡Pijaes!
-Ye una medicina bárbara.
-¿El qué ho?
-Un antidepresivu. ¡Venga, un abrazu!
-Quita, lo que necesito ye trabayu.
-Yo regalo-y afecto.
-¿Qué?
-Energía, estímulo emocional.
-Y dale. ¿Nun serás un poco pajarón ho?
-Fundise en un abrazu con cualquiera que té cerca?
-¿Eh?
-Nun cambiará esti mundo individualista y tan cabrón?
-Ya te digo.
-Pero sí quedará impreso en aquel lugar?
-¿Ónde ho?
-Más allá de nosotros, más allá de nuestra soledad?
-¡Déjate de milongues, chaval!
-Déjese abrazar.
-Que te apartes, ¡que te voy a remachar!
-Lo que necesita ye amor.
-¿Qué yes, maricón?
-Broncas, prejuicios, desconfianza?
-¿Quiés creer que me duel la cabeza de aguantate?
-Todo son problemas. Desinhíbase.
-¿Qué?
-Libere sus impulsos.
-Jódeme pegar a un puntu con gafes.
-Necesitamos cuatro abrazos al día pa sobrevivir, ocho pa mantenenos y doce pa crecer.
-¿Y tú con esto ligues algo?
-Necesitamos contacto físico pa sentinos bien. Tá comprobao.
-Eso ye que tás en celo. ¡Ye la berrea!
-¿Perdón?
-¡Que tás venau! ¿Oíste?
-¿Por salir a repartir afecto con la que tá cayendo?
-Pesadín, coño. Venga, bah.
-¿Se dejará abrazar?
-Sí, pero quita les gafes.
-¿Qué?
-Vamos p’ahí detrás.