El día del padre, el día de la madre…
-¿Y esto?
-Un detalle.
-Pero, Mari… ¿Esti ye’l mi regalu de día del padre?
-¡Claro, pa que limpies el horno que tú me regalaste el día de la madre!
-¡Uy, uy, uy!
-¿Uy qué?
-Mira, Mariasun, si empezamos así…
-¿Quién empezó?
-¿Cómo ye, ho?
-¡No! ¡A ver! ¿Quién empezó?
-No me montes el númeru delante de los guajes, eh.
-¿Yo? Si yes tú quien se mosquea. Oye, encima que te compro un detalle…
-¿Pero a ti paezte normal regalame un estropajo y un desengrasante?
-Ye lo mejor pa la suciedá.
-¡Jobar, pa comprame esto no me compres ná!
-¿Y la plancha?, ¿y el set de tazas de café…?
-¿Qué?
-Yo, Ricardo, regálote coses pa ti, no pa la casa.
-¿Pa mí? ¿Un desengrasante? ¿El estropajo?
-Home, si quies hablamos de la yogurtera que me trajiste tú haz dos años.
-¡Fué un detallín, Mariasun!
-¿La yogurtera? ¡Hai que tener bazu!
-Pero vamos a ver…
-Siglo XXI, Ricardo. ¿Sabes cómo te digo?
-Pues tú, el añu pasáu, regalásteme una pitillera que paez del XII, vidina.
-Mira, Ricardo, si empezamos así…
-La culpa ye tuya.
-¿Mía?
-Sí. No sé pa qué nos regalamos ná.
-Pero si empezaste tú, Ricardo: que si un detallín, que si…
-Ya. Y llega el día del padre y dasme un estropajo. ¿A ti paezte normal?
-Home, después de dos planchas, una aspiradora, la yogurtera y el horno…
-Pero…
-¿Pero qué, Ricardo? Que llega un momento que se me hinchan los ovari…
-¿Cómo pues ser tan rencorosa?
-¿Y tu tan gilipo…?
-Mira, cielo, vamos dejalo ya, que los probes guajes tan flipando.
-¡Eso! Además son ellos, cuando crezcan, quienes nos tienen que regalar.
-Los críos van pasar de nosotros, Mariasum, ¡mentalízate, vida!
-¡Qué va! En cuanto empiecen a facer manualidades…
-¿Qué?
-Alguna cartulina con mensaje nos caerá, ya verás.
-¡Bah! Si, en el fondo, too ye un invento de los grandes almacenes…
-Claro, amor.
-No obstante…
-¿Qué?
-Lo del desengrasante y el estropajo ye un golpe bajo, muy bajo.
-Pues anda que la yogurtera…
-Detalles, vida.
-Sí. Detalles… ¡Feliz día del padre!