-¿Maricarmen? ¿Pero qué haces aquí?
-¡Constantino!
-Dios… ¡Estás patética!
-Pues anda que tú…
-Qué casualidad, ¿no?
-¿Pero no decías que no ibas a salir?
-¿Y tú?, ¿no decías que ni despedida ni ná?
-Ya sabes cómo son estas…
-Sí, claro.
-¡Venga jijijajá…!
-¿Te parece normal lo que llevas en la cabeza?
-Uf, pues si ves la de…
-¿Qué?
-¿Eh? Nada, que traigo un pedo…
-¿Te pusieron un stripper, Maricarmen?
-No, no. ¿Y a ti?
-¿A mí qué?
-¿Te llevaron a…?, ¿te llevaron a una…?
-Qué va. Toda la tarde jugando a paintball.
-¿Y luego?
-Campeonato de karts.
-¿Hasta las siete de la mañana?
-¿Qué pasa, que no confías en mí?
-¿Y tú en mí, Constan?
-Claro, vida. ¿Pero te pusieron un boy o no?
-¿De dónde sales a estas horas? Dime la verdad.
-Me tuvieron atado a una farola.
-¿Quién?, ¿tus amigos?
-Sí, el Marquitos…
-¿Por…?
-Yo organicé la suya, ¿no te acuerdas?
-¿Y qué?
-Le emborrachamos, le enyesamos las piernas y los brazos…
-Y lo mandasteis en tren a Alicante para que llegara a tiempo a la boda.
-Sí, ¿tengo yo culpa de que no llegara?
-Sabías que se casaba en Oviedo.
-Las despedidas son para reírse un poco, ¿no?
-Y tomar copas y… lamer a desconocidos…
-¿Qué?
-Huy, no me hagas caso, que traigo un pedo…
-Maricarmen, ¿qué hiciste con el boy?
-Yo confieso si confiesas tú.
-¿Pero cómo sabes lo de la…?
-Qué guarro eres Constantino.
-Pues anda que tú…
-Adiós.
-¡Nos vemos en youtube!