Los Alcántara y el “sí” expreso.
-Sí.
-¿Estás segura, Merche?
-Que sí, coño, que sí. Y guarda la grabadora, hijo, que no hace ninguna falta.
-Uf. Es que así, sin que quede constancia…
-Si te digo que sí es que sí, Antonio, que pareces bobo.
-No sé, yo…
-¿Pero tú has visto que me oponga, Antonio?
-No ejercer resistencia, Merche, no quiere decir que haya consentimiento.
-¡Qué bobo eres, hijo, de verdad! ¿A qué estás esperando?
-No sé, Merche, lo mismo sigues bajo los efectos de la verbena.-¡Ay, hijo! Eres más corto que el rabo de una boina.
-¡Me cago en la leche, Merche, me cago en la leche!
-¿Qué te pasa?
-Tengo la líbido por los suelos.
-¿Y eso?
-Llevamos media hora hablando de ello y, no sé, es todo tan nuevo…
-¿Qué dices, Antonio? ¿Qué narices estás diciendo?
-Que llevamos 18 temporadas, Merche, y antes no se hablaba.
-¿Qué?
-Se hablaba, Merche, pero no se hablaba de hacerlo.
-¡Ay, hijo, qué raro estás! Es que no te entiendo.
-La mirada insinuante, los asientos abatibles, el beso inesperado…
-Capítulos pasados, Antonio, ¡capítulos pasados!
-Ya, Milano, pero con estos guiones, hija, yo no funciono.
-¿Y se puede saber por qué?
-Entre que tú esperas a que te pregunte si quieres hacer lo que ya sabes que quiero hacer y lo que me tarda en llegar el “sí” expreso…
-¡Son tiempo dramáticos, Antonio! ¡Poca broma con eso!
-Por supuesto, Merche, por supuesto.
-¿Entonces?
-Que se me corta el rollo, Merche, ¿qué quieres que te diga?
-Pues ponte las pilas, ya sabes.
-¿Qué?
-Sin consentimiento explícito no nos renuevan.
-¡Me cago en la leche, Merche! ¡Me cago en la leche!
-Y espérate que, en los preliminares, no contraten testigos oculares o nos hagan firmar y dejar constancia en el grupo de WhatsApp.
-Pero, Milano…
-Date cuenta, Antonio, que somos la España real y reflejamos el mundo de la pareja en su intimidad.
-Ya, Merche, ya. Pero…
-¿Qué te pasa?
-Pues que me he liao, Merche, que ya no sé si somos más modernos o más puritanos.
-Hazte el sueco, Antonio, tú ya me entiendes.
-¿Entonces sí?
-Sí, venga, vaaaaa, volvemos a grabar.
-No sé, Merche, qué quieres que te cuente… Un momento.
-Cuéntame, Antonio. Cuéntame, con sentimiento.