Retorno al hogar
-¡Venga, gríteme a la oreya!
-¿Qué dices?
-¡Salpíqueme ho!
-¿Eh?
-¡Riégueme, venga, riégueme, no se corte!
-¿Qué qué ho?
-¡Venga, esa teleee! ¡Poneila al alto la lleva, aunque nadie mire pa ella!
-¿Pero qué te pasa, chaval? ¡A ti fáltate una garcillá!
-¡Qué mono!
-Tú sí que yes feu.
-¡Qué mono tenía de chigre! ¡Qué mono!
-Tas pa encerrar.
-¡Sí, aquí! ¡Encerraime con unes cajes de sidra y…!
-¿Quiés callar ho?
-No. Lo que quiero ye empapame de fritanga, revolcame entre el serrín.
-¿Pero tú ónde saliste, chavalín?
-¿Ónde salí? ¡¡¿Sabéis lo que ye tar viviendo siete años fuera?!!
-¿Eh?
-Siete años sin pisar aquí, sin sentir estos glayíos, sin tomar un culín.
-¿Entós?
-Tanto he ido, tanto he comido, tanto he vivido…
-¿Qué dices ho?
-Que ya toi fartu de hablar fino, de tragame esti acento, de soñar con frixuelos en la clandestinidá.
-Mecagon…
-¡Puxa Asturies! ¡Vuelvo al hogar!
-Despacín, cuco, que tas sin cepillar.
-¡Venga, poneime al día!
-¿Qué qué ho?
-¿A quién fichamos de fuera? ¿A quién criticamos de dentro?
-¿Cómo?
-¿A quién de los nuestros toca despellejar? ¡Venga! ¿A quién ponemos verde ho?
-Pero…
-¡Toi ávidu por conocer la última engarradiella, el últimu cisma, la penúltima escisión!
-Tate tranquilín, eh.
-¡Canta una! ¡Puxa Asturies ho!
-¿Por qué nun te relajes un poco?
-Nun pueo, ¡menudu subidón!
-Tampoco ye pa…
-¿Sabéis lo que ye abrir la boca y que te confundan con un gallegu?
-¡Vaya ho!
-¿Sabéis lo que ye que te atormenten con la vaquiña, la sidriña y la…?
-Hala, venga…
-¡Os quiero, joder! ¡Os quiero! ¡Muac, muac!
-¡Chissst, ponte p’allá! ¡A ver si te voi remachar!
-¡Eso, eso, amenáceme, no se corte!
-¿Qué qué ho?
-¿Pa que vamos dialogar si podemos resolvelo a hosties?
-Chaval, chavaaal…
-¿Necesitáis un pinche de cocina o algo?
-Sí ho. Ta la cosa cojonuda como pa…
-¡Ye igual! Dame lo mismo nun tener trabayu, ¡vuelvo al hogar!
-Pesadín yes. ¿Tú sabes lo mal que ta aquí too?
-Oye, mientras viva mi güelu y tenga pensión…
-Pues cruza los deos, ¿oíste?
-¿Por?
-Tamos mui jodíos.
-Selo yo.
-¡Mui jodíos, rapazón!
-Sí, pero en casina, ¿oíste? ¡¡¡Menudu subidón!!!