Copiones
18/09/2018
Al sol del veroño
03/10/2018
Show all

EPI y BLAS Aquellos traposEl sexo de los muppets.

-¡Urbano! Tenemos que hablar.

-¿Por qué saques los peluches del armario, má?

-¡Salieron ellos solos, fíu! ¡Ellos solinos!

-¿Eh?

-Hai que jodese, treinta y picu años después..

-¿Pero qué ye?

-Claro, por eso discutían tanto.

-¿Eh?

-Eran pareja, coño, ¡taba claro!

-¡Ya lo desmintieron, mamá! Los muñecos no tienen orientación sexual.

-Sí, ho. ¡Vas saber tú más que los guionistas! ¡No te fastidia!

-Compartían pisu, má, eran amigos.

-¡Follamigos, Urbano, que ya tienes edá pa que hablemos claro!

-Pero…

-¿Por qué crees que Epi aguantaba a Blas? ¡Debía ser mui buenu en la cama!

-¡¡¡Mamá, por favor!!!

-Perdoname, hijo. Lo siento mucho, yo…

-¿A ti? ¿Qué tengo que perdonar?

-Fui una madre ausente, Urbanín. Dejete solu en pleno barrio chino.

-”Barrio Sésamo”, mamá.

-¡Bueno, como se llame! ¡Ye igual! Siempre sospeché que Peggy y Gustavo taban liaos pero el trasiegu d’estos dos. ¡Qué tonta fui!

-¿Qué trasiegu, ho?

-Ahora toi arriba y él debajo, ahora dentro y afuera, por delante y por detrás…

-¡¡¡Se te va la pinza, mamá!!! ¡Se te va!

-Luego a dormir en camas separadas, claro, pa disimular. ¡Sinvergüenzas!

-¿Por qué?

-Destrozaron tu infancia, Urbano. ¡Mírate! ¡Así tas tú!

-¿Cómo?

-¡Vas cumplir 44 años y sin pareja estable!

-¡Tienes tu 68 y tás separá!

-Ya, pero lo tuyo no ye normal.

-¿Por?

-Tas tol día pegau al tu amigu Baltasar. Balta p’aquí, Balta p’allá…

-¿Y qué, mamá?

-Confiesa, Urbano. Esos peluches tantos años nel armario…

-No soy gay, mamá.

-Igual tovía no lo sabes, amor, que tu yes mui lentu pa too.

-Si lo fuera, decíatelo. Pero la verdá ye…

-¡Qué ilusa fui! ¡Y yo temiendo que te asustara el monstruo de las galletas!

-Mamá…

-Oye, ¿Y de Oliver y Benji se sabe algo?

-¿Que qué, ho?

-Claro, como son futbolistas nadie diz na. ¿Creen que ye tonta la gente, que no distingue un VAR d’ambiente?

-¡Se te va mucho la pinza, de verdá!

-Qué asco de vida, ¡ye too mentira! Ni la Transición fue modélica ni Supercoco era un machote.

-¿Qué dirás?

-Urbano, tenemos que hablar.

-No pienso entrar en la vida privada de las marionetas, mamá.

-¡Ay fíu, necesito recuperar esa infancia que no tuve contigo! Tráete a Baltasar a casa y hablamos de “Los Fruitis”, en serio te lo digo.

-¡Mamá, flipo contigo!

Comentarios

comentarios