La serie Heidi cumple 40 años
-Abuelito dime tu…
-Tu.
-¡Vaya ho! ¡Güelu, déjate pijaes!
-No, Heidina, déjate tu, ¡que ya nun yes una guaja ho!
-¿Por?
-Coime, ya me duelen les rodilles d’aguantate.
-Pero güelito…
-¡Tola vida comiendo la sopa boba y preguntando gilipolleces!
-Dime por qué yo soy tan feliz.
-¡Y dale! Porque nunca diste palu al agua, cuquina.
-¡Jo! Pero si desde bien pequeña me mandaste a la hierba.
-Sí,Heidina, pero entendístelo mal.
-¿Por?
-No se trataba de fumala pa ver las cabras saltar.
-Abuelito, dime tu, porque en una nube voy.
-¿Otra vez ho? ¡Lo tuyo ye un continuo colocón!
-Dime tu, que sonidos son los que oigo yo.
-¡Vete a la mierda ho!
-¡Güelito, jooooo!
-¿Por qué nun vas al Ayuntamiento, a ver si se sabe algo del plan de empleo?
-Abuelito, nunca yo de ti me alejaré.
-Tienes que mover el culo, Heidina, que yo nun voi durar siempre.
-¿Cómo que no?
-Tengo mui buena naturaleza, pero tampoco soi Manoel de Oliveira.
-¿Qué qué ho?
-Cualquier día la palmo y qué vas facer tu sin la mi pensión. ¿Eh ho?
-¡Joooo!
-¿Piensas pasate la vida esperando que venga una nube pa enganchar el columpiu?
-Abuelito yo…
-La vida nun ye tomar leche de cabra y andar por ahí corriendo descalza.
-Dime por qué huele el aire así.
-¿Otra vez ho? ¡Lo mejor ye que hables con “Ecologistas en Acción”!
-Dime por qué yo soy tan feliz.
-¡Y dale! ¡Las putas drogas blandas! ¡Tres caladas y hala, a ver saltar a las cabras!
-¡Abuelitoooooooooo!
-No te vengas arriba, Heidina, que ya nun me vales ni pa los recaos.
-¿Cómo que no?
-Crees que “El Árbol” ta en Los Alpes y si te mando a “Alcampo” poneste a buscar a Oliver y Benji.
-¡Abuelitoooooooooo!
-La vida no son praos infinitos. Ta la cosa mui jodía, cuquina.
-¡¡¡Pedrooooooo!!!
-Ta nel Psoe.
-¿Ónde?
-De candidatu. Toos se buscan la vida y tu, fatina, estirando la infancia…
-¿Y Clara?
-Marchó pa Fráncfort, ¡allí ta la pasta!
-Pero…
-Jorobó la silla ruedas, Heidina, y aquí con la ley de dependencia…
-¡Abuelitoooooooooo!
-Que calles ho, que me tienes fritu.
-Dime por qué yo soy tan feliz.
-¡Cagonmimacho, Heidina! ¿Vas preguntámelo a mí?