Celulares en fiestas
-Hola, Amador ¿Ónde tas ho?
-En casina, vida, pensando en ti.
-Ah.
-¿Y tú?
-En el prau de la fiesta, viendo como te separabas del bafle pa contestame.
-¿Eh?
-¿¿¿Cómo pués ser tan cínicu???
-¿Qué?
-¡Que te pillé, Amador! ¡Que te pillé!
-¿Qué qué ho?
-Yes más falsu que un euro de palu. ¿No decías que no venías a la verbena?
-¿Y tú?
-¡Cambié de opinión, Amador, cambié de opinión!
-¡Coño, igual que yo!
-¡Lo que no soporto ye que me mientas!
-¡Ni yo! ¿Qué ye eso de que cambiaste de opinión? ¿Con quién tás ho?
-Con unos amigos, ¿qué más te da? ¿No podías mandame ni un guasap?
-¿Qué amigos ho? ¿Quién ye esi mamón que ta al tu lau?
-Amiguinos del feisbu, ¿qué más te da?
-¿Cómo que qué más me da? ¡Lo nuestro tamién empezó por una amistá!
-Puf. Nadie ye más celosu que tú.
-¿Quién ye nadie y de qué lu conoces?
-¿Tú me dejarías por otra, Amador?
-¡No te hagas ilusiones! ¿Oíste?
-¿Entós por qué no me dijiste la verdá? ¿No podías mandame ni un guasap?
-¡Oye, Espe, controla a esos amiguinos cariñosos o que se vayan acostumbrando a reír sin dientes!
-¡Qué burru yes! ¿Tú quiesme o no me quiés?
-Esperanza, por favor…
-¿Y no podías mandame ni un guasap?
-Pasóseme, vida. No quería preocupate, ¿oíste?
-Ah. ¿Qué ye, que tengo que tar preocupá?
-¡Espe, cagonlamar!
-¿Qué fago contigo, Amador? ¿perseguite por los praos? ¿ponete un chip rastreador?
-Espe, por favor. Anda, ven acá. ¿Dasme un besu?
-¿Yo? ¡Que te lu de esa gochona que ta al tu lau!
-Celosuca yes, fía.
-Yo no soi celosa pero lo mío ye mío.
-No soi de nadie, guapina.
-¡Refiérome al niki, gilipollas! Que pongas el niki que te regalé, el mi preferidu, pa venir a ligar… Me lu devuelves, ¿oíste? ¡Pero ya!
-Espe, tenemos que hablar.
-¿No podías mandame ni un guasap?
-Si no hai confianza, tía, vamos fatal.
-¡Ja! ¡Mira quién va a hablar!
-¿Vas decime de una vez con cuantos paisanos dormiste?
-Contigo namás.
-¿En serio?
-Sí. Los demás no me dan sueñu, Amador.
-Espe, mi amor, ¿vémonos luego en el bar de la comisión?
-No sé, toi tan confundida…
-Hai bollinos preñaos, vida.
-Mide eses palabres, Amador.
-¿Pero a ti qué te pasa ho? ¿No tas viendo como sufro?
-El celosu no sufre por lo que ve, sino por lo que se imagina.
-Escucha, guapina…
-¡En casina, cínicu! ¡Dijísteme que tabas en casina!