La presentación del novedoso tratamiento de sidroterapia está revolucionando muchas bañeras del Principado.
-¡Esto ye el Paraíso!
-Sí señor. Y lo demás pijaes.
-¿Quiés creer que enguapiaste?
-¿Sí ho?
-Tienes como otru cutis, no sé..
-Claro, bobu, renuevase la piel.
-¡Ay Charo!
-¿Qué ye?
-¡Ay, Charín! ¿No notes ná ahí por bajo?
-¡Meca, sí ho!
-¡Ye el efecto tensor!
-La madre que…
-¡Toy floreciendo como el manzano!
-Y yo que pensé que te ibes a arrugar…
-Nomenó, esto ye antiarrugues.
-¿Quies otru culete?
-Déjame de tríos.
-¿Eh?
-Prefiero ir partido a partido.
-¡Aaaah, qué sensación de bienestar!
-Tenía que pagalo la Seguridad Social.
-¡Sí, sí! ¡Sí, sí!
-¿Eh?
-¡Sí, sí, sí…!
-¿Por qué dices tanto sí?
-La sidra, bobu, que ye reafirmante.
-Ah. ¡Ye buena pa tó! ¿No te lo decía yo?
-Tócame la carina, Tonio.
-¿Qué quies ho?
-Un masaje facial.
-Uf, tas garrando una belleza que no ye normal.
-Yes tú, bobu, son los güeyos del deseo.
-¿No sientes aumentar la vitalidad celular?
-Meca, iba a decítelo yo.
-¿En serio?
-Sí, sí, quitástemelo de la boca.
-¿Tonifícote detrás de les oreyes?
-¡Tonifícame, Tonio!
-Ahhh, siéntome como un chaval.
-Normal. Esto ye antiedad.
-Y mira que gastamos perres en espiches, eh.
-A partir de ahora, ¡al váter, a hidratar!
-¡Ay, Charín, que me vengo arriba! Esta sidra…
-¡Qué bien espalma, Tonio! ¡Qué bien espalma…!