Volver a empezar… o no.
-¡Oiga! ¿Podría usté apartase, por favor?
-Quiero dir pa un lau, pero nun sé pa cuál.
-¿Cómo diz ho?
-Francamente, nun sé pa ónde tirar.
-¿Qué anda buscando?
-Un objetivu.
-¿El qué ho?
-Fijar metas, pa saber qué decisiones tomar.
-¡Pero apártese, oiga, que lu vamos a chiscar!
-¡Tranquilu,cuco! ¡Déjame un ratín pa superar la indecisión!
-¿Cómo ye ho?
-Nun te paezca mal, ye que por estes feches fáltame algo de claridá.
-¡Hai que saber mexalo, chaval!
-No, no. Si nun vengo de fiesta, ye que madrugué pa correr.
-¿Pa correr?
-Toi empezando de nuevo, ¿oíste? Lo que son nuevos propósitos de la temporá otoño-invierno.
-¡Oiga! ¡A mí no me vacile!
-En serio, cuquín, toi volviendo a tomar las riendas pero ando como desconectau de mí.
-¿Qué qué ho?
-Fáltame identificar mis deseos, ¿oíste? ¡Nun sé lo que quiero!
-¡Pues ta rifándose una hostia…!
-Adelgazar, yoga, padel, reiki, lucha canaria, arte visual…
-¿Qué qué ho?
-Quiero tomar decisiones, pero no sé cuáles tomar.
-¿Y a mí qué coño me cuenta? ¡Apártese, que tengo que trabayar!
-Tengo miedo, cuco.
-¿Miedo de qué?
-A decepcionar a los demás, a lo que los otros puedan pensar.
-¡Mecagon…! ¡Verás qué bañu te voi dar!
-Ye como volver al cole de la vida.
-Hai que jodese, con la puta bebida…
-Que no, que no toi borrachu, en serio, sólo toi buscando lo que…
-¡Lo que vas garrar ye una pingadura, ya te lo digo yo! ¡Por oveya!
-¿Nunca te dio por pensar qu’esti mundo ye una mierda y que, por mucho que lo intentemos nunca podremos cambiar?
-¡Ja! ¡A mí me lo vas a contar!
-Jobar, pues yo siempre que llega setiembre, inténtolo.
-¿El qué ho?
-¡Cambiame a mí mismu, mejorar! ¡Otru Josinacio ye posible! ¿Sabes cómo te digo?
-¡O t’apartes o te chisco, amigo!
-Levanteme a correr y digo: ¿qué coño fago yo en chándal a les siete la mañana?
-¡Aparta!
-Que igual lo mío ye’l coleccionismo: monedas, sellos, llaveros… Igual ahí doi lo mejor de mi mismu.
-¡Verás que manguerazu vas llevar!
-Hacer cursos, por ejemplo. Igual ahí sí, ¿oíste? A lo mejor un par de cursillos y ¡zas! aporto algo a la humanidá.
-¡Aparta, oveya! ¡Que te voi a regar!
-O experimento con la pintura, o me convierto en un bailarín o empiezo alemán.
-¡Que te voi a regar! ¡Que te voi a…!
-¡Riégame, cuco! ¡No te cortes! ¡Riégame ya!
-Pero…
-¡Otru Josinacio ye posible! A ver si con un duchazu m’empiezo a aclarar.