Las dietas extremas de algunas modelos lían al personal
-¿Tarta?, ¿flanín?, ¿natilles?, ¿helao…?
-Kleenex.
-¿Perdón?
-Traime un paquetín de postre, anda.
-¿De qué ho?
-Que me traigas unos kleenex pa bajar pesu.
-¿Pero qué dices, Ramonín?
-¿Qué ye, que tas sorda?
-¿Pegote la sidra ho?
-Apúrreme unos pañuelinos, Marigel. ¡Sin sal, eh!
-¿Pa qué? ¿pa comer?
-Coño, claro, tengo que mantener la figura, como les modelos.
-¿Qué modelos ho?
-¿Nun viste la prensa? Al parecer, hailes que comen pañuelos de papel pa…
-Pero si tú nun tas gordu, Ramón.
-Sí ho.
-Tú lo que ye… ¡que tas fuertón!
-Ya, pero hai días que cuando me peso diz la báscula: ¡De unu en unu ho!
-Exagerau yes.
-¿Entós pa que me pusiste a comer solu en una mesa de tres?
-Coño, pa que teas más espaciosu. Además, ¿qué ye, que vas desfilar?
-Quiero bajar un par de talles pa ser delgau “tipo París”.
-¿Y acuérdeste ahora, después del pote y el cabritu?
-Home, ¿tú qué quies, que empiece de golpe?
-Pero si tas como una rosa, Ramonín.
-No creas. Duelme esta pierna…
-Bah. Ye la edá.
-¡Qué va! Porque la otra tien la misma y nun me duel na.
-Pues kleenex nun tengo, fíu. ¿Y si chupes un poco el servilleteru?
-No sé, no lo veo yo mui científico… ¡Meca, tengo unu usau en el bolsu!
-Pues, ¡hala!
-¿Tragarelu ho?
-Tal y como ta el país, habrá que acostumbrase a comenos los mocos.
-Ya. Oye, y mira que probé dietes, eh: la Atkins, la Dukan…
-¿Probaste la del cucurucho?
-Qué fácil ye decilo.
-Escucha, ¿Sabes cómo me quité yo 70 kilos de grasa?
-¿Cómo?
-¡Divorciándome!
-Qué bruta yes, Marigel. Si sabe Severino que hables así de él…
-¡Calla, menudu elemento! ¡A esi sí que lu ponía yo a comer kleenex, gonsuma…!
-Oye, tenía que echar alguna carreruca, empezar a moveme más.
-¿Tú? Con que muevas la cabeza ye bastante.
-¿Cómo?
-De izquierda a derecha y de derecha a izquierda.
-¿Pero cuántes veces ho?
-Cada vez que te ofrezcan comida.
-Sí ho. Pa pasar fame toi yo…
-¿Ves? Entós, si nun pienses dejar de comer, ¿qué quiés?
-¡Kleenex, Marigel!
-Pero…
-Tú búscame unos kleenex y… calla a ver.