Mientras llega el hombre de tu vida
-Tú lo que necesitas ye un crucero.
-Sí ho. ¿Ónde tengo perres?
-No muyer, ¡un novio crucero!
-¿Cómo ye ho?
-Lo que no pues ye permanecer en el duelo.
-Ay, calla, buena gana tengo de…
-Acabose la relación con Alejo pero no se acabó el mundo.
-¿No ves que nun toi prepará pa la siguiente?
-¡Por eso te digo! ¡Busca un novio crucero, Nati!
-¿Eso qué ye?
-¡Un rapaz de temporada, ne!
-¿El qué?
-Pa entretenete entre relación seria y relación seria, ¿sabes cómo te digo?
-Ay, madre.
-¿Vas quedate a palu secu esperando al príncipe azul ho?
-Hija, Mari, yo no soy de rollos.
-Ay, fía, ¿Por no tener noviu formal vas renunciar a la aventura?
-Déjame, Maricarmen.
-Mira, no te pongas repu, eh. ¡Tú mayormente tas en un impasse!
-¿Y qué quies que haga, Mari?
-¡Que garres un rapaz crucero, Nati, que te lleve a buen puerto!
-Sí ho. ¿Y qué más?
-¡Que te de alegría al cuerpo!
-Ay, fía, qué forma de hablar.
-Tú lo que necesites ye llenar el hueco.
-¿El qué ho? ¡Ay, no empieces con gochaes!
-El hueco que te dejó la ruptura, muyer. ¡Qué retorcía yes!
-Ah. Pero…
-Una cosina así: ¡de la que vas, plas! ¿Sabes cómo te digo?
-Que no, que buena gana tengo yo…
-Sin peligro emocional, Nati, ¡no te vas a enganchar!
-¿Tú qué sabes?
-Un viaje sentimental pero sin fecha de regreso.
-Peliculera yes, Maricarmen.
-Mira, compartís juntos un trayecto y cuando canses ¡que se apee!
-¡Hijaaaa, ni que fuera un Alsa de paradas!
-Si sigues apijotá pensando en Alejo va pasasete el arroz.
-Sí ho.
-¡La vida son cuatro días!
-Bah.
-Y en Asturias, unu pasámoslu votando y los otros tres en campaña electoral.
-¡Eso sí que ye verdá!
-Por eso te digo, ne. Entre tate quieta y ponte bien…
-Ya, ¡Nun hai tiempu pa na!
-¿Qué te parez el camarero?
-Ay, fía, podía ser mi padre.
-¡Calla ho!
-Usa el mismu medicamento pa la tensión. Acabo de ver la caja y dióme un bajón…
-Ye igual, hai paisanos asgaya.
-Ya, boba, pero nun voi andar truñando al personal.
-Hai que arriesgase, Nati.
-Sí ho…
-La vida ye como la derecha asturiana, encuentros y desencuentros, ¿oíste?
-Ay, calla, toi revueltona, tengo como mal cuerpo…
-¡Por eso te digo!
-¿Qué?
-¡Necesites un novio crucero que te lleve a buen puerto!