-Y tú, Argüelles, ¿qué prefieres, hacer el amor o la Navidad?
-Hacer el amor, ho. Pero…
-¿Qué?
-La Navidad ye más a menudo…
-¡Ja, ja, ja! Tas fechu una yaceria.
-Bah.
-Vese a la legua que yes un solterón.
-¿Por…?
-Pasaste muches Navidades, pero ninguna Nochebuena, ¡ja, ja, ja, ja!
-Reívos, reívos… A partir de mañana…
-¿Qué?
-Va cambiame la vida.
-Sí, ho.
-Voy perdevos de vista, carapijos.
-Más quisieras…
-Mañana nun vengo. Voy directu pal dentista.
-¿A poner unes carilles? ¡Ja, ja, ja!
-¡Nun pienso escatimar en implantes!
-¡Ahí, gallu!
-Más finu que Belén Esteban, ¿oíste?
-Di que sí.
-El príncipe del pueblu, ya verás.
-Ahí tus güevos, Argüelles.
-Ni lorces, ni surcos, ni bolses… ¡Voy recauchutame y a fartame de ligar!
-Con la chispa que tú tienes…
-Y luego, invertir con la cabeza. Eso sí.
-Ahí, ahí.
-Un hórreo con helipuerto.
-Coime.
-Pa entrar y salir sin dar explicaciones a nadie, ¿oíste?
-Home, claro.
-Un carru del país. O dos, si son pequeños.
-¿Con chófer?
-Por supuesto, ¡pa vacilar por les colomines!
-¿Y no pienses convidar, ho?
-¡Ta to pago, cagonmimacho!
-Ahí, ahí, qué corazón tienes…
-Voy montar un fiestón con gaiteros, karaoke y la de mi madre.
-Entós, ¿cuánto te va a tocar?
-Trescientos millones, tengo una corazoná.
-Bah, tolos años faes igual.
-Que no, que esta vez toy convencíu.
-Sí, ho. De ilusiones vive el tonto los cojo…
-¡Mide les palabres, eh! Si no, ¡doite una paliza…!
-¿Y qué más?
-¡Y pago la fianza!, ¿oíste? Habiendo perres…
-Argüelles, tás pa encerrar.
-Mañana va cambiame la vida, haceime casu.
-Sí, ho. Vas criar pelo como los piescos.
-¡Ya veréis mañana! Mañana, mañana. Mañana.