Excesos
-“Los asturianos somos más gordos que haz diez años”.
-¡Habla por ti, carapijo!
-Que no, coño, que ye una noticia del periódicu.
-Pijaes…
-¡Mira ho! ¡Aquí lo pon!
-Eso ye propaganda, hazme casu.
-Bueno, el tema ye crecer en algo, aunque sea a lo ancho.
-Los excesos, Ramiro.
-¿Qué ho?
-Comemos en exceso. Tanta inquietud, tanta ansiedad…
-¡Y bebemos pa olvidar!
-Ya lo sé, ya.
-Mira, ¿ves? “38.000 asturianos son bebedores de riesgo”.
-Allá ellos. Yo ni fumo, ni bebo, ni digo tacos. ¡Mecagonlaaaa!
-¿Qué ye ho?
-¡Coño, que dejé el tabaco en el chigre! ¡Anda, dame un pitín!
-No puedo, tío.
-¿Por?
-En septiembre hice nuevos propósitos y prometí dejar…
-¿De fumar?
-No, de dar pitos.
-¿En serio?
-Sí. Ye un tema de austeridad.
-¿De qué ho?
-¡Toi hartu de que me fastidien el presupuesto los demás!
-Oye, pues… ¿Quiés creer que yo con la crisis soi menos viciosu?
-¿Sí, ho?
-En llegando la recesión quiteme de los malos hábitos.
-¿Fumas menos?
-No. Consumo menos tertulies, telediarios…
-Bah. Tenías que hacer como yo.
-¿El qué ho?
-Ir a una clínica pa que te quiten les ganes de fumar. ¡Ye genial!
-¿Cómo que genial? ¡¡¡Tas fumando!!!
-Sí. ¡Pero sin ganes!
-Ah. Pues yo el día menos pensao dejo el alcohol.
-¡Dí que sí! ¡Pero déjalu en mi casa!
-No, en serio, si no fuera porque la sidra ye tan saludable…
-Si no bebieras cajes y cajes…
-Bueno, oye, soi un bebedor social…
-¡Tres cajes tolos días! ¿A ti paezte normal?
-¿Qué quies? Poneste en la barra, llega unu y otru, empieces a charrar…
-¡Tolos excesos son malos, Ramiro!
-Selo yo. Fumar en exceso ye malo, beber en exceso ye malo, follar en exceso ye… difícil.
-¡Home vaaaa! Y más a tu edad, Ramiro. ¡Ya no yes un chaval!
-¿Qué tien que ver?
-Los chavales van a la discoteca a beber hasta caer.
-¿Ónde queda la decencia?
-Ellos van a la discoteca a conocese, a metese de too…
-¿Ónde queda la moral?
-Y de la discoteca, ¡hala!, marchen a facer el amor.
-¡¡¿Ónde queda la discoteca, ho?!!