-¿Con una muda nun ye bastante?
-¿Pa quince díes, ho?
-Bah, no somos de mucho sudar…
-Anda, calla.
-Abrocha la cremallera.
-¡Calla, ho!
-Así arrúgase too.
-Sabrás tú..
-¿Metiste les chiruques en una bolsina?
-Sí.
-¿Y los pijamas arriba del too?
-Que sí, ho
-Abúltame poca ropa de sport…
-Dios…
-¿Oiste?
-¿Quies callar?
-Lo más pesao ponlo en el fondo
-Voi ponete a ti, ¡charrán!
-¿Qué, ho?
-¿Quiés dejame en paz?
-¿Ya empezamos?
-Paciencia…
-La blusina de la guaja púsetela done el cable
-¿Qué cable?
-El del cargador
-Ah. ¿Y el adapador del enchufe?
-¿ Y a mí qué me preguntes?, ¡¿Qué tengo que tar yo en too?!
-La madre que te…
– Vas fastidiar el asa de tanto meneala
-Bah
-¡Deja el asa!, ¿no ves que ye extensible?
-Qué cruz
-Preparar el equipaje ye muy excitante, diolo ayer la radio
-Tien razón
-¿Paezte?
– Si. Porque toi poniéndome de una mala hostia…
-¿Pa qué quies la rebequina?
-Por la noche refresca
-¿Y el secador?, ¿por qué coño metiste el secador?
– Porque, aunque tú seas calvorota, ¡yo no!
-Sin faltar, eh, Maripaz
-Oye, Ramón…
-¿Metiste el líquido de les lentilles?
-¿Sabes cuántes parejes rompen en vacaciones?
-El frascu esti, ¿oíste?
-¿Sábeslo, Ramón?
-Busca el frascu. ¡No me cambies de conversación!