No vengáis
24/11/2020
Allegado Rogelio
08/12/2020
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En otra Liga…

-Quinocho.

-¡Diego, gallu!

-Entonces… era verdad…

-¿El qué?

-¿Podemos volver a…?

-La bola empieza a rodar, la tocas, la pisas y… no tienes edad.

-¡Qué grande sos! La pelota te buscaba siempre a vos.

-Sí, ho.

-Por ahí me rebotaba de casualidad a mí…

-Sí, home, sí.

-Y me quedaba mano a mano con el arquero. ¡Quini, hiciste goles a todos! 

-Yo metía goles, tu hacías magia.

-Y para cabecear eras siempre el mejor ubicado.

-Bueno, oye, tu si ibas apurado, cabeceabas con la mano jajaja.

-¡Jejeje! Por cierto, ché… ¿Y la mano de Dios dónde…?

-¡Chisst! No digas nada, aquí por no haber, no hay ni VAR. 

-¡Jejeje! Cuando llegué a Barcelona me cagaba de la risa con vos. 

-¡Venga, prepárate a centrar!

-Vienes corriendo desde mitad de cancha y te tiras en plancha. ¿No?

-Coño, cómo lo sabes.

-Nos tenía prohibido entrenar eso Udo Lattek.

-Ya, Pelusina, pero ahora lo de lesionarnos ya… ¡jajaja!

-¡Dale, pelotudo!

-Además tenemos a Susi, de porteru, que ye mejor que Urruti.

-Ajá. ¡Tenés a tu hermano acá!

-Sí, ho. Verás qué ambientazu. En cuanto empecemos a pelotear seguro que aparece Cruyff, Preciado, Robinson y todos esos.

-Dale. Pero luego me las pico que tengo que ver a Tota y Chitoro.

-¿A quién?

-Mis viejitos. Tendré bronca por cagarla tanto desde que partí de Fiorito.

-¿Tu? ¡Pero si yes un ídolo mundial! 

-Ya, pero…

-¡El mejor de todos los tiempos! 

-Dentro de la cancha, Quini. Afuera, la pasé mal. Ni en pedo estaba preparado para esto. Viven de ti pero no te cuidan, ¿sabés? La cagué. Mal. Remal.  

-Todos la cagamos, más o menos. Nos endiosan pero no sabemos, no podemos, ser ejemplares.

-Vos sos grande, Quini, hasta cuando te rompieron las bolas supiste perdonar. 

-Tu, amigo, te salvaste de la miseria con una pelota. Hiciste feliz a mucha gente.

-Ya. Pero a otra…

-Ah. Eso está ahí todo, Dieguín. Ahí tienen todos los archivos.

-¿Dónde?

-¡En la nube, joder! ¿Dónde va a ser? 

-Pero…

-Venga, Pelusa, que tengo que practicar con la zurda.

-Cuando le dabas de zurda lo hacías mejor que un zurdo. Y cuando te quedaba para la derecha lo hacías mejor que un diestro.

-Sí, ho. A ver si va a resultar que el bueno era yo. Lo tuyo sí que tiene mérito. 

-¿El qué? ¿Ganarle al mundo con un balón?

-No. Que los argentinos guarden un minutu de silencio, eso tien mérito. ¡Jajaja!

-¡Qué grande, Quinocho! Entonces, era verdad…

-¿El qué?

-Volver a la cancha, que me sueñen acá. 

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