-Te gusta, ¿verdad?
-¿Eh?
-El castillo.
-¿Lo has hecho tú?
-Ya ves, me expreso a través del arte.
-Ah.
-No sé, me permite conocerme más…
-Ya.
-…Sacar mi yo más profundo.
-Mira qué bien.
-Cundo.
-Ah. Encantada. Yo, Mariester.
-Pero me llaman el Kundalini.
-¿Y eso?
-Porque tengo la energía de la tierra.
-Caray.
-Estoy muy conectado con los elementos.
-¿Con quién?
-La brisa, la marea…
-Ah.
-Aquí hay una onda superguapa, ¿verdad?
-Si tú lo dices…
-En cuanto quito la chancla ya me fluye.
-¿El qué?
-La fuerza vital del universo.
-Jolín.
-¿Eres de por aquí?
-Mis padres.
-¿Dónde?
-No, que mis padres son de por aquí.
-Ah. ¿Y tú?
-Vivo en Baños de Cerrato.
-¿Quieres follar?
-¿Qué?
-¿Eh?
-¿Qué has dicho?
-Yo no he dicho nada. Habrá sido tu voz interior.
-¿Mi qué?
-Aprende a escucharla, Mariester.
-¿A quién?
-Déjate guiar por ella, te puedo ayudar.
-Pero Cundo…
-¿Te apetece un craneosacral?
-¿Un qué?
-Soy quiromasajista y terapeuta sacrocraneal.
-Caray.
-Crecimiento… personal, ¿sabes?
-Ah.
-Desde que dejé la Gestalt…
-¡Uy, como la Princesa!
-¿Qué?
-También estudió en la Gesta, ¿no?
-¿Pero qué hago yo aquí con esta paleta?
-Castillos, ¿no?
-Ya. Menos mal que acariciando la arena controlo la ansiedad.
-Pues aprovecha, rico…
-¿Qué?
-¡Que a mí no me vas a tocar!
-¿Pero por qué estás tan tensa, Mariester?
-¿Sabes si hay algún ALSA para Palencia?
-Déjate llevar, mujer…
-Qué remedio, he sacado ida y vuelta.
-… La playa es como un gimnasio emocional.
-¡Uy, pues yo no he venido a saltar al potro!
-¿Quieres que te eche…?
-¿Qué?
-¡Crema! ¿Te echo crema?
-Ni hablar.
-Es de aloe vera.
-Pues devuélvesela, ¡que yo me largo!
-Espera, ¿conoces el yoga tibetano?
-¡Vete a la mierda!
-Mariester…
-¡Fantasma, salido, mamón!
-¿Pero… qué dices?
-¿Yo? No señor. ¡Habrá sido mi voz interior!